El conflicto lo pasó por encima al intendente de Merlo, Juan Alvarez Pinto. El Pampita. Quedó descolocado.
Los hoteleros, cabañeros y productores turísticos de Merlo llegaron hasta San Luis para hacer oír personalmente sus reclamos por la falta de agua que tronchó la temporada turística invernal al obligar a los turistas a cancelar sus estadías.
Y recibió una cachetada política del gobierno provincial en una nueva muestra de su desapego a las normas de respeto institucional mínimas, al negarle la entrada a una reunión en la que se discutiría esta situación crítica por la falta de agua.
Deberá reflexionar Alvarez Pinto sobre la utilidad que ha tenido su comportamiento light con Terrazas del Portezuelo, al participar con su mejor sonrisa en numerosos actos oficiales a los que el grupo de intendentes opositores eran llamados sólo para ser parte del decorado de las fotos oficiales, tal como definió a esos encuentros el intendente de El Trapiche, Juan Manuel Rigau.
Y eso que tuvo sobradas muestras de esa desconsideración.
- En octubre de 2020, con el fuego haciendo desastres en Comechingones, llegó hasta Merlo el entonces ministro de Ambiente y Desarrollo de la Nación, Juan Cabandié y el Gobierno, entonces la Jefa de Gabinete era Natalia Zabala Chacur, lo ninguneó como intendente y no lo invitó a esa reunión.
- En enero de 2021 el ministro de Seguridad, Luciano Anastasi entró a los gritos a la Municipalidad de Merlo reclamando que hiciera cortar los yuyos para contribuir en la seguridad de los vecinos.
- En julio de 2022, el ministro de Turismo, Luis “Piri” Macagno y el ministro de Obras Públicas, Alberto Rodríguez Saá hijo, le cerraron la puerta en la cara y no lo dejaron entrar a una reunión en la que se analizaba la dramática situación que enfrentaban los vecinos de Merlo por la falta de agua.
Alvarez Pinto ha tenido un inocente manejo político con Terrazas del Portezuelo. No ha sabido mostrarse como el intendente que defiende los intereses de los vecinos de Merlo. Y esta lectura se sustenta en datos electorales.
En las elecciones de setiembre y noviembre pasado, la lista del intendente Alvarez Pinto salió tercera y sólo pudo retener una de las cinco bancas en juego en el Concejo Deliberante.
El 80% de la ciudadanía de Merlo eligió otras alternativas electorales.
Esa candidez política es la contracara del oficio que mostró su padre, Jorge Timoteo Alvarez, el Pampa, que gobernó Merlo en dos períodos y quien siempre se mostró como un firme defensor de los intereses del pueblo de Merlo.
Muchos recuerdan aún cuando el Pampa Alvarez impidió con máquinas viales que la administración provincial de Adolfo Rodríguez Saá hiciera una obra en Merlo sin su permiso municipal.
