Exclusiva con el senador Nacional, Adolfo Rodríguez Saá

por 26 de diciembre de 2020
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Hoy presentamos la última de una serie de entrevistas que inició en diciembre con la intención de conocer la opinión de prestigiosos dirigentes de la política provincial y nacional, sobre cómo la pandemia ha establecido una nueva normalidad cotidiana, la nuevas interrelaciones personales, el rol de los Estados y los desafíos que plantea el año nuevo que se avecina.

Cierra este ciclo el Senador Nacional por San Luis, Adolfo Rodríguez Saá con una cruda mirada de la realidad provincial y con una desafiante convocatoria a constituir un frente con representación de diversos actores sociales, entre ellos los líderes y dirigentes políticos.

«Un espacio de encuentro» para discutir el futuro de San Luis, explica. Tal vez pueda encontrarse alguna similitud en ese planteo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea Naciones Unidas: una suerte de agenda de trabajo y desarrollo llamada “Objetivos de Desarrollo del Milenio” en los que ahora se incluyen ámbitos como el cambio climático, la innovación, la desigualdad económica, el consumo sostenible, la paz y la justicia, pero también la pobreza, el trabajo y otros valores pilares de la sociedad.

«…Cómo construimos en un clima de reencuentro, cómo construimos el presente y el futuro, sin mirar el pasado, sin odio, sin rencores. Hay que empezar a pensar en un encuentro, en una forma de frente, que puede o no ser un frente electoral..» reflexiona Rodríguez Saá en un pasaje de esta entrevista que compartimos a continuación.

Pregunta: -Usted es legislador de la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana y presidente de la Comisión de Economía de esa cumbre parlamentaria.

¿Qué visiones ha compartido con sus pares latinoamericanos y europeos sobre el rol de los Estados en la pandemia? ¿Usted cree que es necesario redefinir el rol del Estado?.

Adolfo Rodríguez Saá: -Estamos ante una crisis única en la historia, nunca se produjo una crisis universal, todo el mundo está en pandemia, el mundo completo; todas las economías están en crisis, todos los sistemas de salud están en crisis y todos los sistemas sociales, aún los de los países más avanzados, están en crisis.

Por supuesto que de este tema se ha hablado y en primer lugar hay un reclamo muy fuerte, que es el acceso universal e igualitario de todos los países y de todos los ciudadanos a la vacuna o a los remedios, porque ya se perfila que va a haber una desigualdad, y hemos discutido sobre la necesidad de que haya un trato igualitario y simultáneo no sólo para los Estados sino también para los ciudadanos.

En segundo lugar, un tema que se analiza es que la recuperación de la economía post pandemia debería trabajarse en base al principio de la solidaridad. El motor de la economía es solamente el espíritu de lucro pero el espíritu de lucro provoca desigualdades, pobreza, ricos cada vez más ricos, y pobres cada vez más pobres. Creemos, pensamos, discutimos que hay que pensar en que la solidaridad debe ser un motor de la economía, no solamente el espíritu de lucro. Debiera haber una combinación entre la ganancia, la crueldad y frialdad de la ganancia, con la solidaridad y el respeto de las necesidades de todos los ciudadanos.

El tercer aspecto que se ha puesto en crisis y que ha quedado demostrado que es injusto es el acceso al mundo digital; no es universal ni igualitario. Lo vimos en la ciudad de Buenos Aires en donde los chicos de las escuelas pobres no tienen acceso universal, no tienen el acceso al mundo digital. Quizá en ese sentido San Luis tuvo una política de acceso universal, que fue la Autopista de la Información, programa que se lanzó en 1998, no es un programa de la señora ministra (Alicia) Bañuelos. Cuando ella llegó ya había un plan maestro de la Autopista de la Información, existía el Data Center y existían todos los programas del mundo digital, desde el diagnóstico o historia clínica digital, el Estado on line, el Gobierno on line, estaban todos los planes, programas y protocolos para realizarlo, pero también se ha puesto en crisis porque no hay un acceso universal. Muchísimos chicos tienen muy débil señal, no tienen señal, los parajes o pueblos del interior de la provincia totalmente desamparados, las ciudades del interior de la provincia tienen pésimo servicio y en eso hay muchísima responsabilidad del Estado, diría que absoluta responsabilidad del Estado provincial.

Pregunta: -¿Qué evaluación hace de la gestión de la pandemia llevada adelante por los Estados en general, y en particular por el de San Luis?

Adolfo Rodríguez Saá: -Creo que la pandemia ha tenido múltiples enfoques en el mundo y en todos los casos el resultado ha sido deficitario, porque estamos en un mundo desconocido y se lo va enfrentando como se puede. Entonces parecía que Uruguay era campeón mundial y ahora tiene sus problemas, no es que haya una política acertada y una desacertada, pero sí ha habido metodologías. Creo que la de San Luis ha sido autoritaria, sin diálogo, con imposiciones, que ha fracturado a la sociedad de San Luis y que ha puesto en desventaja, en una enorme desventaja al comercio, a los productores agropecuarios de San Luis que son muy importantes, al comercio que es un motor de la economía provincial, al turismo, ya sé que hay problemas por la pandemia pero también sé que no en todos los lugares la crisis ha sido tan profunda. Creo por ejemplo que en Merlo ha sido un impacto brutal, lamentablemente, por una desconsiderada política provincial. La falta de diálogo, del respeto a la diversidad de opiniones es brutal y yo discrepo totalmente, y la responsabilidad de eso es del Comité de Crisis que preside el señor Gobernador.

Pregunta: -Roberto Follari, Licenciado y Doctor en Psicología por la Universidad Nacional de San Luis, en el ensayo “El Futuro después del Covid-19” opina que “hay un evidente crecimiento en la valoración de la solidaridad y lo mancomunado; aunque a la vez, se registran aumentos del miedo individual y colectivo”. ¿Cuál es su visión sobre cómo la crisis está redefiniendo nuestras relaciones?.

Adolfo Rodríguez Saá: -Creo que por lo menos no ha puesto un severo cuestionamiento, no sé si después nos vamos a olvidar como nos olvidamos de muchas cosas, pero estimo que la clase dirigente debe hacer una enorme autocrítica y pensar que los valores de la solidaridad se deben incorporar a la vida cotidiana no sólo de la economía, sino de toda la vida social, cultural, deportiva, en todos los aspectos. Se deben recuperar los valores, creo que la crisis, la pandemia nos ha hecho recuperar los valores de la familia, hemos tenido que convivir con nuestra familia y nos hemos dado cuenta con el parate  que no sólo debemos convivir sino que es lindo convivir y que es bueno haber recuperado esos valores, desde el almuerzo familiar, pasando por la charla post almuerzo, la cena, el compartir aunque sea un pedazo de pan, pero se establece un diálogo entre padres, hijos y otras generaciones. Comparto que debemos trabajar mucho en el tema de la solidaridad.

Pregunta: -La utilización de herramientas tecnológicas que facilitan el contacto de manera virtual modificó los ámbitos de interrelación –gobierno, trabajo, formación, entretenimiento-.

¿Cuál fue el impacto que la pandemia provocó en los sistemas de gestión de gobierno –virtualidad en sesiones, encuentro vía zoom, gestiones digitales? ¿Cree que los cambios que produjo tienden a permanecer en una nueva normalidad?.

Adolfo Rodríguez Saá: -Siempre he trabajado muchísimo, pero este año he trabajado con una enorme intensidad porque las sesiones on line nos permitieron participar de numerosas reuniones de comisiones que antes no se podía; primero porque hay que organizarlas dando tiempo entre una y otra porque no pueden ser simultáneas, y entonces uno puede participar y trabajar con mayor intensidad.

Creo que además nos ha permitido tomarnos más tiempo, hubo mayor libertad para el manejo del tiempo para trabajar y creo que se van a revisar en todo el mundo, en la Argentina y en San Luis también, las formas del trabajo, porque el trabajo virtual ha tenido un protagonismo muy especial que ha abierto nuevas oportunidades. También las crisis son oportunidades y creo que nosotros tenemos que aprovecharlas. Cuánto del mundo digital tiene que quedar y cuánto del vínculo personal tenemos que recuperar porque es muy necesario el vínculo humano, el cara a cara es muy importante.

Pregunta: -Argentina tiene este fin de año indicadores que reflejan un cuadro social muy comprometido. Según la estadística de UNICEF el 63% de los chicos es pobre. Y de ese contexto no logra despegarse San Luis, en donde la pobreza se duplicó en los últimos dos años, según las cifras oficiales del INDEC.

Este cuadro social merece una respuesta de urgencia: ¿Qué hay que hacer?, ¿Qué deben hacer los gobiernos?

Adolfo Rodríguez Saá: -Primero tenemos que darnos cuenta de la gravedad del problema, porque San Luis hasta el 2001 tenía índices de pobreza muy mínimos y tenía tasas de empleo máximas. Y no vivíamos con planes sociales, se vivía con el trabajo en la fábrica o en otras actividades, servicios o empleados públicos, pero mayoritariamente eran empleos del sector privado.

Después se fueron generando los planes sociales y se fue progresivamente aumentando la pobreza y se transformó a San Luis en una lamentable fábrica de pobres, que hoy son miles y miles, que no eran pobres y que ahora sí son pobres, fruto de un trabajo equivocado de los últimos gobiernos de San Luis.

Se abandonó la política de justicia social, y se la transformó en la política del prebendarismo social. Justicia social es que una persona tenga empleo, un empleo digno, bien remunerado; que una persona tenga derecho a acceder a una vivienda; que una persona tenga derecho a acceder a una educación de calidad y a una salud de calidad. Estos valores que en San Luis iban en constante aumento y perfeccionamiento se han abandonado. No hay más política de empleo, no hay política industrial, no hay política de vivienda, no hay una política social para promover el ascenso social, y lo que es peor es que se ha desatendido a dos sectores de la sociedad que son los que motorizan el progreso social o el ascenso social: el comercio y las pymes.

La pequeña fábrica de pastas, la pizzería, el taller de carpintería, el taller de plomería, la herrería, el taller mecánico; cada uno de ellos le dan al protagonista una posibilidad de ganarse dignamente la vida, de progresar, de aumentar sus ganancia y con ello darle bienestar a su familia y a sus hijos. Eso se ha perdido en San Luis, es muy lamentable, y deberíamos pensar qué tenemos que hacer para salir.

Creo yo que lo primero que hay que hacer es volver a la política de generar fuentes de trabajo, generar fuentes de trabajo genuino, emprendedores, comerciantes, el turismo que es una fuente de trabajo impresionante, en San Luis es una fuente de trabajo impresionante, ¿por qué lo abandonan?, ¿por qué lo persiguen?, ¿por qué no lo ayudan?… y qué tenemos que hacer: turismo seguro.

¿Qué puede buscar un rosarino, un mendocino, un porteño que se ha pasado un año metido en un departamento? Quiere venir a una casita en Carpintería, en Paso Grande, o Potrero de los Funes y estar seguro, estar tranquilo. Primero que haya protocolo para no contagiarse y si se contagia, que tenga la seguridad de que va a contar con una atención médica adecuada. Así van a venir a San Luis, pero si nos desentendemos, si no le atendemos el teléfono y no tiene con quién hablar, si el Comité de Crisis no responde, no van a venir a San Luis, van a ir a otro lado donde los ofrezcan turismo seguro.

La situación que se vive en general en San Luis es fruto del abandono de las políticas industriales y de empleo que hizo el primer y segundo gobierno de Alberto Rodríguez Saá y el gobierno de Claudio Poggi que también abandonó la política industrial lamentablemente.

Todo eso lo deben repensar ellos, porque son parte importante de San Luis y lo tenemos que repensar nosotros.

Si usted me pregunta cómo deberíamos repensarlo yo pienso que nosotros tendríamos que repensarlo buscando la conformación de un encuentro, un frente, que esté sustentado por los comerciantes, por las pymes, por la clase media, por los dirigentes de la comunidad, del deporte, de la cultura… un gran encuentro, donde debatamos el San Luis del 2030, el futuro de San Luis y que opinemos cómo construimos en un clima de reencuentro, cómo construimos el presente y el futuro, sin mirar el pasado, sin odio, sin rencores. Hay que empezar a pensar en un encuentro, en una forma de frente, que puede o no ser un frente electoral.

Primero me lo planteo como un frente, un encuentro, un lugar donde discutamos, cómo construimos el futuro juntos.

Pregunta: -Históricamente usted es un dirigente que se ha definido como un hombre de diálogo; y tal vez una mayor apertura al diálogo es lo que más se le reclama al actual gobierno provincial desde los espacios políticos opositores.

¿No hay margen –máxime en esta situación excepcional de la pandemia- para definir un núcleo de políticas de consenso sobre ejes centrales como educación, trabajo y salud? ¿Qué políticas pondría usted en la mesa de las prioridades?

Adolfo Rodríguez Saá: -Yo lo haría de otra forma. Primero sí, hay que dialogar, y creo que tenemos que saber tener la grandeza de aceptar que todos podemos tener una visión positiva del futuro de San Luis. Todos tenemos derecho a tener una visión positiva del futuro de San Luis. Nadie tiene derecho a excluir a nadie de ese encuentro imaginario que yo sueño. Yo lo haría de otra forma, no con las clásicas formas de salud, educación, trabajo, no… yo diría tomemos un tópico como por ejemplo la pobreza en San Luis. Hagámonos una pregunta. ¿Podemos erradicar la pobreza de San Luis? ¿Qué piensa el Obispo de San Luis sobre cómo podemos instrumentar políticas como las que nos pide el Papa Francisco para erradicar la pobreza?. Porque la pobreza conlleva a un ser descartable, que no tiene derecho a la salud, a la vivienda, a la comida. ¿Qué piensa?, entonces no es necesariamente un frente electoral, ¿Qué piensa la Universidad Nacional de San Luis?, ¿Qué puede aportar desde el pensamiento académico?, ¿Y la Universidad Nacional de Villa Mercedes?, ¿Y la Universidad Nacional de los Comechingones?, ¿Y la Universidad provincial de La Punta?, ¿Y la Universidad provincial de los Oficios?. Tenemos cinco universidades, más la Universidad Católica de Cuyo. ¿No podemos de ese mundo académico sacar temas importantes para hablar? Y por supuesto, todo el mundo dirigencial, de los sectores que ya he mencionado, y por supuesto los líderes políticos también, participando, opinando, y comprometiéndonos a encontrar las soluciones. No cómo nos peleamos para ver qué lucro sacan en la próxima elección, sino cómo compartimos programas comunes que nos permitan reencontrarnos en el camino del éxito de San Luis. Y me parece que en eso debemos también hacer un cambio de valores, donde tenemos que mostrar la generosidad de cada uno de nosotros para servir al pueblo y al futuro de San Luis y no pretender servirse del futuro de San Luis.

Pregunta: -Creo que en términos generales, la relación Nación-Provincia nunca fue lo suficientemente buena como para que los puntanos se beneficiaran de esa relación, que a veces no superó siquiera el mínimo institucional que correspondía.

¿Usted cree que ahora hay un nuevo vínculo entre la Nación y la Provincia?, ¿Cómo ve esa relación?, ¿Es tan fluida como se la presenta?

Adolfo Rodríguez Saá: -Es hipócrita. No es cierta, es hipócrita.

La relación entre la Nación y la Provincia desde el 83 al 2001 que yo goberné era una situación difícil para San Luis, porque lo que teníamos que defender eran dos grandes pilares en los que les sacábamos enormes ventajas al resto del país, que fue la política de industrialización que había que defenderla porque todo el país nos atacaba y el poder central también, y la política de vivienda que fue un logro muy inteligente que tuvimos los puntanos en el diseño de la política nacional.

Nosotros perdimos la posibilidad de que nos regalaran un camino o una escuela, pero nosotros construimos el sólido presente de aquel San Luis. Eso se perdió, se pasó a una política de enfrentamiento, entonces San Luis no tenía nada; y ahora es hipócrita porque de acuerdo al informe que yo tengo del presupuesto de la provincia, las obras públicas nacionales proyectadas, San Luis es la penúltima provincia argentina en porcentaje, la penúltima, sólo está detrás Tierra del Fuego. Que claro, como los últimos gobiernos habían logrado que para San Luis fuera bajo cero, tener cero es buenísimo, pero no es bueno; lo que logran otros estados provinciales es inmensamente mejor que lo que logra este gobierno de San Luis.

Y además tirándole patadas por debajo de la mesa, no logra otra cosa el gobierno provincial que le tengan una tremenda desconfianza.

No me gusta la relación que hay entre la Nación y la Provincia, creo que se debe volver a una política de diálogo franco y colaborativo. La solidaridad, como el diálogo, son como las avenidas, que tienen camino de ida pero también camino de vuelta, entonces en el diálogo yo tengo que explicar y tengo que escuchar la respuesta. Ese proceso de diálogo te lleva al consenso, que a veces se logra más rápido, a veces parcialmente y a veces no se logra.

También en este aspecto el Gobierno provincial debería tener un camino más eficiente para el bien de San Luis, no para el bien de los funcionarios.

Pregunta: -Su rol en el Senado de la Nación seguramente le permite un contacto más fluido con la vicepresidenta Cristina Fernández.

¿Qué relación tiene con la vicepresidenta y con el presidente Alberto Fernández?

Adolfo Rodríguez Saá: -Yo siempre tuve una relación muy respetuosa con la señora vicepresidenta, más aún, hubo un tiempo en que me unía una sincera amistad con ella y con su marido. Tengo una buena relación y trato permanente en el Senado.

Y con el presidente también.

Pregunta: -Usted está armando en San Luis su propio partido político, pese a ser el suyo, un nombre insoslayable en la historia del peronismo puntano desde el retorno de la democracia.

¿Qué opina de la interna del peronismo nacional y la candidatura de su hermano, Alberto Rodríguez Saá junto a Milagro Sala, para enfrentar a Alberto Fernández? ¿Pretende ocupar algún espacio en esos armados partidarios nacionales?

Adolfo Rodríguez Saá: Primero, se han presentado a unas elecciones que no están convocadas. No va a haber elecciones. Ni en el Partido Justicialista ni en cualquier partido político, por la pandemia; se van a prorrogar los mandatos. Me parece que es una expresión minoritaria, no creo que la lista que encabeza Alberto represente lo mejor del peronismo, representa otras expresiones, Milagro Sala representa otras expresiones, pero no las expresiones del peronismo.

Cuando presenté mi adhesión en Todos Unidos yo dije: miren el verdadero peronismo, el peronismo de Perón y Evita, el peronismo de todos los tiempos, el peronismo de las viviendas, del trabajo, del diálogo, de la justicia social, se va a expresar en San Luis por Todos Unidos. Esa es la aspiración y en ese sentido vamos a trabajar.

Pregunta: -Pese a la incertidumbre sobre la fecha o la realización de elecciones PASO –hay varios gobernadores que están pidiendo que se suspendan excepcionalmente-.

¿Con qué expectativas enfrenta su espacio el escenario electoral que vendrá en 2021? ¿Qué significado tendrá esa elección de medio término en San Luis? ¿Presentarán candidatos, para qué cargos? ¿Piensa que es posible celebrar un acuerdo provincial, departamental o municipal con otros actores de la oposición política?

Adolfo Rodríguez Saá: -Primero, está todo en duda. Todavía no está decidido si las PASO se van a hacer o no. Tampoco hay una dirección en la que uno pueda ver que el Parlamento esté tratando prioritariamente, por el momento en la agenda parlamentaria del Senado, el tema todavía no está. Y como las modificaciones electorales tienen que ser el año anterior a las elecciones, en principio, es muy difícil que se pueda realizar la modificación que se pretende.

Pero a mí, mucho más que el problema de las elecciones que son muy trascendentes y que por supuesto todos los espacios políticos se van a presentar y aspiran siempre a presentarse en todos los cargos, pero para mí lo importante de San Luis sería esto que planteo del encuentro, el encuentro para el futuro, pensemos el San Luis del 2030, con todos los sectores y eso puede transformarse en un frente electoral o no. Tenemos que estar abiertos a que si se lograra conformar un programa y que fuera mayoritario debería surgir de ese encuentro quienes son los candidatos para que realicen la tarea.

Si yo hablo de los valores de la solidaridad y de la generosidad, y bueno, hay que abrir el corazón de que otros líderes sean los más indicados para el tiempo que vivimos. Lo que importa es que podamos sentarnos en la mesa a diagramar juntos, unidos y con respeto, los temas del futuro. Los temas del pasado, es pasado, seguramente nos divide… pero qué vamos a hacer con la pobreza, qué vamos a hacer con el empleo, con la escuela, con el mundo digital, cómo hacemos para que todos accedan a las redes y que tengan conectividad y velocidad.

Esto que en el 2001 era un programa clarísimo para el Estado ya no lo es, lamentablemente ya no lo es; entonces lo que yo planteo es: no busquemos a los responsables, busquemos como enmendarlo. Cómo hacer para que en San Luis vuelvan a llover las inversiones. Volvamos a esa época de realizaciones. Volvamos al diálogo entre todos los puntanos, al diálogo afectuoso, cariñoso, amable, sin miedo. Erradiquemos el miedo.

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