Más del 40% de las mujeres encuestadas relataron que fueron tratadas ”regular y mal” durante la gestación; más del 60% fueron infantilizadas, violentadas o sufrieron comentarios descalificadores durante el trabajo de parto; casi la mitad no pudo ser acompañada por quien deseaba y el 75% requiere asesoría sobre cómo realizar una denuncia violencia.
Estas son algunas de las cifras que forman parte de un informe elaborado por la organización social de derechos sexuales y reproductivos Matriar, bajo el título “Basta de violencia gineco-obstétrica en San Luis” confeccionado con el objetivo de “visibilizar la violencia obstétrica, aún muy arraigada en todo el territorio nacional, y en destacar uno de los lugares donde se gesta y se nutre: el consultorio ginecológico”.
El documento que le fue enviado al Gobernador Rodríguez Saá -junto a los resultados de esa encuesta- reclama la formación obligatoria para los médicos y el personal que asisten nacimientos en instituciones públicas y privadas en la provincia de San Luis en los parámetros de la Ley de Parto Humanizado 25.929; la inclusión dentro de los talleres para embarazadas en instituciones de contenido sobre los derechos que poseen las mujeres a la hora de parir y las herramientas necesarias para denunciar violencia obstétrica.
También piden la elaboración de un protocolo de colaboración en partos planificados en domicilios que permita el acompañamiento sanitario en vez de presencia policial en los partos domiciliarios; la conformación dentro de la Secretaría de Mujer, Diversidad e Igualdad de un programa de violencia gineco-obstétrica que vele por la aplicación de la Ley de Parto Humanizado y asesore a quienes sientan sus derechos avasallados.
“Queremos que esta situación cambie para que las futuras generaciones lleguen a este mundo de una manera cuidada y respetada. Así que hasta que esta situación cambie continuaremos gritando: ¡Basta de violencia gineco-obstétrica!, dice el documento que puede ser leído a continuación.