Quizás porque está enfrascado en un proceso de reorganización partidaria de cara a un año que vendrá con un nuevo desafío electoral. Lo cierto es que el Partido Justicialista, columna vertebral del frente de Gobierno que conduce los destinos de los puntanos, no se ha manifestado aún respaldando las políticas que instrumenta el gobierno provincial en una situación tan excepcional como la pandemia.
El inicio de la cuarentena estricta, el distanciamiento social, el retroceso en alguna fase, las mayores restricciones para algunas localidades o departamentos, los permanentes operativos del Comité de Crisis, los apoyos o los cuestionamientos sociales, y una estadística que analizada en el contexto nacional es motivo de orgullo no han motivado siquiera una palabra del Justicialismo puntano.
Es curioso, porque siempre, históricamente, el Peronismo provincial salió con fuertes pronunciamientos respaldando al Gobierno cada vez que se vivieron situaciones especiales, tanto en los buenos momentos como en las circunstancias más difíciles por las que atravesó el gobierno a lo largo de los años. Esta vez no ha habido ni una declaración, ni un documento.
Pasaron 11 días de marzo, 30 días de abril, 31 días de mayo, 30 días de junio, 31 días de julio, y 22 días de agosto; 155 días desde que se decretó la Cuarentena y el Partido Justicialista, presidido por María Eva Morel, no ha dicho una palabra.