San Luis había sido una jurisdicción que se comprometió con el proceso revolucionario iniciado en Buenos Aires en mayo de 1810 y brindó sus recursos materiales, humanos y financieros a la causa sanmartiniana desde 1814. Sin embargo, en medio de un ambiente de conflicto interno entre el gobierno central de Buenos Aires y las fuerzas artiguistas que defendían un naciente federalismo, San Luis a comienzos de 1820 rápidamente entró en un proceso revolucionario que dio como resultado el surgimiento y la organización de un estado provincial que se proyecta como una entidad concreta hasta el presente.
El 8 de enero de 1820 el Batallón de Cazadores de los Andes se sublevó en San Juan y con ello se inició la crisis del orden sanmartiniano y la rápida disolución de la Gobernación Intendencia de Cuyo con capital en Mendoza. El 17 de enero el Gobernador Intendente de Cuyo, Toribio de Luzuriaga, renunció a su cargo en Mendoza y encargó el gobierno al Cabildo mendocino. En San Luis, el Teniente Gobernador Vicente Dupuy se mantuvo fiel al orden sanmartiniano y obedeció las instrucciones que llegaban desde Mendoza. El 22 de enero Dupuy presentó su renuncia al Cabildo de San Luis, pues era su intención dirigirse a Chile junto con las últimas tropas del Regimiento de Granaderos a Caballo que dejaron San Luis. Pero, a ruego del Cabildo y de un sector del vecindario, permaneció en el mando, lo que disgustó a un notable sector opositor a su continuidad.
Pese a una aparente tranquilidad, las tensiones acumuladas estallaron el 15 de febrero de1820 cuando las milicias que Dupuy había concentrado en la ciudad de San Luis para combatir a los sublevados de San Juan, se sublevaron en su contra y lo depusieron. Ese día por la mañana Dupuy fue detenido, encadenado y conducido a la cárcel del Cabildo. La asonada fue encabezada por Tomás Baras y el Capitán de Milicias Luis de Videla. Posteriormente se realizó un tumultuoso Cabildo Abierto que decidió sacar a los cabildantes partidarios de Dupuy, nombrando a otros en su lugar, y forzando a aceptar la renuncia del Teniente Gobernador depuesto.
El 19 de febrero el nuevo Cabildo accedió al pedido de las milicias para expulsar a Dupuy y enviarlo al exilio fuera del territorio puntano. Finalmente, y como consecuencia directa de la situación creada el 15 de febrero, se convocó a todos los vecinos importantes de San Luis a un Cabildo Abierto para decidir el futuro de la jurisdicción. El 26 de febrero de 1820 se reunieron en la Plaza de Armas, hoy Plaza Independencia, vecinos de la ciudad y de la campaña en la asamblea más importante, popular y multitudinaria de la historia de San Luis a juicio del historiador Néstor Menéndez. En ese Cabildo Abierto se decidió que el nuevo Cabildo asumiera la función de gobierno, designara al Comandante de Armas y extinguir el empleo gubernativo que ejercía el Teniente Gobernador.
De esta manera San Luis dejó de depender de otros poderes externos al territorio de su jurisdicción como Buenos Aires o Mendoza, siendo su primera autoridad el Cabildo Gobernador, encabezado por Tomás Baras. Esta independencia de hecho fue comunicada a los otros gobiernos de provincia, lo que ponía a San Luis en pie de igualdad con otros pueblos que habían abrazado la organización federal ejerciendo directamente su soberanía y libertad. También se informó que la nueva situación duraría “hasta la reunión nacional” y dejaron abierta la posibilidad que el Cabildo Gobernador nombrara un nuevo empleo de gobierno.
De hecho, con esta legitimación de los representantes de todo el territorio del nuevo Estado, el 26 de febrero de 1820 comenzaba la vida del San Luis independiente, situación que duró hasta 1853 cuando San Luis pasó a formar parte del Estado argentino como Provincia autónoma cuando juró la Constitución Nacional.
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