Estas imágenes dan más para pensar que para escribir.
El Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia, la mayor obra arquitectónica y escultórica de San Luis para homenajear a su pueblo en la gesta de la Independencia, e ineludible frutilla del postre para cualquier circuito de turismo cultural, da tristeza.
Esta fue la imagen de abandono con que recibió a los turistas que se animaron a ingresar durante el fin de semana largo de carnaval.
Los yuyos están tan altos que es evidente la falta de mantenimiento durante al menos un mes, y transmiten además una sensación de inseguridad y zona peligrosa porque entre tanta humedad y vegetación los únicos sobrevivientes son los mosquitos.
Dejarlo así refleja una actitud autodestructiva para con el desarrollo del turismo en la provincia, que por otro lado, oficialmente, difunde números que hablan de una gran temporada.
Quien tenga bajo su órbita el cuidado y el mantenimiento de este espacio público, destacado turística y culturalmente por lo que representa, debería al menos encargarse de algo tan simple como cortar los yuyos. Y coordinar para que alguna línea de colectivos desde el centro puntano -al menos durante la temporada turística- acerque a los visitantes hasta el predio del Monumento.
