El oficialismo en la Cámara de Diputados impone su mayoría y no quiere ni discutir los proyectos que ingresan para su tratamiento en tanto sean presentados por los bloques de la oposición.
Así de tajante es la posición que viene sosteniendo el bloque mayoritario que responde políticamente al Gobierno provincial aún cuando se trata de pedidos o solicitudes que acercan los comerciantes, productores o propietarios de pequeñas empresas que buscan un auxilio para la difícil situación económica fruto de las restricciones que se imponen en estos tiempos de pandemia.
Pero no sólo el bloque oficialista se niega a discutir esos pedidos de ayuda, sino que tampoco presenta sus propios planes para colaborar con estos sectores claramente golpeados por la crisis. Sólo repiten como un mantra que de esa ayuda ya se encarga el Gobierno desde Terrazas del Portezuelo.
Esta semana por caso, por 21 votos a 17 en contra, el oficialismo provincial se negó a tratar un paquete de proyectos que intentó debatir el interbloque San Luis Unido y que recogía la solicitud de comerciantes asfixiados económicamente. No hay debate ni envío a comisiones para su tratamiento. Directamente la estrategia es el mazazo del rechazo in límine.
Sobre este negativa a discutir se refirió el diputado provincial Gastón Hissa. «En un artículo del proyecto solicitábamos que todos los proyectos que han ingresado, que están ingresando y que van a ingresar, ya sea de planteos o de aportes para los sectores más castigados, que sean analizados y no sean rechazados in límine sólo por ser proyectado presentados por la oposición política, que sean tomados como aportes. Más allá de quien los presenta siempre hay un equipo técnico que ha trabajado y está la gente que lo ha solicitado, los sectores golpeados que se han tomado el tiempo de expresarse y de contarnos la situación, entonces lo que pedimos es que se recepcione y se analice en pos de dar una solución».
La declaración de Hissa anticipa la inminente presentación de un nuevo proyecto que plantea la necesidad del otorgamiento de créditos para distintos sectores, líneas de asistencia financiera para sectores productivos, y eximición de ingresos brutos para varias operativas.
«Son reclamos de la gente, ya sea a través de manifestaciones públicas, de marchas, de reuniones virtuales, lo que hacemos es llevar ese reclamo a una herramienta legislativa y debatirlo» explica Hissa que reclama que al menos el oficialismo dé el debate necesario ante de rechazar una propuesta.
El paquete presentado el miércoles pasado incluía «una declaración por la cual se solicitaba al Gobierno de la provincia que adopte políticas públicas, planes y medidas que tiendan a alivianar la carga impositiva fundamentalmente de los sectores que producen, de los comerciantes, de los pequeños emprendedores, de las pymes que son quienes generan puestos de trabajo naturalmente. El pedido estaba orientado a los sectores productivos, para alivianar o disminuir la carga impositiva, pero fue desechado».
El fundamento del oficialismo fue que se han implementado planes en ese sentido, «pero nadie tiene conocimiento excepto de una especie de moratoria que se implementó el año pasado lo que claramente a los sectores afectados no alcanza, según nos han expresado» argumentó Hissa.