El General San Martín en San Luis: su encuentro secreto con Pueyrredón

16 de agosto de 2021
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Escribe Juan José Laborda Ibarra.

Ex legislador provincial.

 

“La historiografía puntana está en deuda con la vida de Juan Martín de Pueyrredón en San Luis…” (Reconocimiento de un integrante de la Junta de Historia de San Luis al autor de este artículo…).”

Corría el 10 de Agosto de 1814 cuando el Director Supremo de Las Provincias Unidas del Río de la Plata, el escribano Gervasio Antonio Posadas designaba al Gral. José de San Martín como Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo, antiguo nombre de la jurisdicción que después se desmembraría para formar las actuales provincias de San Luis, Mendoza y San Juan.

Para aquel entonces, San Martin se encontraba descansando en las serranías cordobesas, mientras terminaba de comprender que el “camino del norte” no era el más conveniente para llevar las banderas de la independencia y de la libertad hacia las tierras del Perú, sino que el correcto era el del oeste, Cordillera de los Andes mediante.

Con el decreto de designación en sus manos, el libertador inició su traslado desde Córdoba hacia la Ciudad de Mendoza el 28 de Agosto de ese mismo año, aprovechando el duro trajín por las serranías de la zona para pergeñar su ambicioso plan político y militar denominado “Plan Continental” que consistía en el cruce de los Andes, la posterior liberación de Chile, para finalmente llegar por mar a Lima con el objetivo de expulsar a los realistas y con ellos, la dominación española.

Su Plan Continental iba a necesitar no sólo de enormes recursos económicos y militares –brazos valientes, caballadas, municiones, una organización perfecta en cuanto a su logística, etc.-, sino también de hombres políticos que no sólo compartieran las ideas de la independencia, sino también poseer aquellas condiciones personales propias de la envergadura del desafío que se iba a afrontar, esas condiciones que la historia  humana ha calificado como “pasta de héroes…”.

Mientras eso pensaba San Martín en el recorrido de Córdoba hacia Mendoza, supo, a mitad de camino, que en San Luís habitaba uno de esos hombres.

Acá vivía entonces -como confinado político por decisión de la Logia Lautaro tras el derrocamiento del Primer Triunvirato en octubre de 1812-, y desde principios de 1813, el General Juan Martín de Pueyrredón, uno de los máximos héroes de la reconquista contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807.

En medio del ostracismo político puntano, Pueyrredón se había dedicado a las actividades agropecuarias.

Había adquirido el 31 de Agosto de 1813, una fracción de campo de 5 leguas en la periferia de esta ciudad a don Maximino Gatica, llamada “La Aguadita” o “La Aguada”. Así lo cuenta Reynaldo Pastor reproduciendo el texto de la respectiva escritura de compra en su libro “San Luis ante la historia” (Bs As. 1938, página 201).-

Llego a San Luis el 1 de Septiembre de 1814.

Cuenta su biógrafo Hialmar Edmundo Gammalsson que éste “…solo había sido avisado apenas un día antes de esa visita imprevista e inusitada…”.

“…Se trataba nada menos que la del general don José de San Martin, nuevo gobernador intendente, que de paso para Mendoza se proponía saludarlo. De acuerdo con la tradición familiar, la entrevista se prolongó desde las diez de la mañana del 1 de Septiembre de 1814 hasta bien entrada la oración… A la llegada de su huésped, Pueyrredón lo recibió con su habitual cordialidad e inmediatamente, luego de los saludos y cumplidos extendidos a los miembros de la familia, pasaron a un aposento dónde a puertas cerradas permanecieron hasta el atardecer. Terminada la conferencia don Juan Martin acompañó al gobernador  adonde lo aguardaba su ordenanza y la escolta despidiéndose ambos con un fuerte abrazo, después del cual le sostuvo el estribo como las leyes de la cortesía lo exigen…” ( ob.cit. páginas 194/95).

“.. No ha quedado referencia alguna respecto de los temas abordados en esa larga platica –continua diciendo Gammalsson– que sirva de guía para elaborar una hipótesis, restando únicamente como elemento presuntivo la aplicación del concepto de “causa y efecto..”. Considerando la posterior actuación de los roles protagónicos de San Martin y Pueyrredón, quizá se podría colegir que aquél hubiera ido a visitarlo para obtener su concurso (….), para encarar proyectos de alto alcance, tendientes a la independencia y consolidación política de la nación…”.

 

Las consecuencias de aquel “encuentro secreto”, ocurrido el 1° de Septiembre de 1814 en “La Aguada de Pueyrredón”, es por todos conocidos: San Martin asumió días después la gobernación de Cuyo con capital en la Ciudad de Mendoza; el 26 de Noviembre Pueyrredón visitó a San Martin en Mendoza retribuyéndole su anterior visita quien lo recibió con todos los honores militares (Pueyrredón también aprovechó para ponerse de novio con una joven mendocina, según carta que le envió el  3 de diciembre al gobernador de San Luis Vicente Dupuy);  inmediatamente San Martin comenzó la organización del ejército que cruzaría tres años después la Cordillera de los Andes para liberar primero Chile y luego Perú; desde la Provincia de Cuyo salieron los mayores impulsos para la reunión en la ciudad de Tucumán de un Congreso que declararía la Independencia, en cuyo seno brillarían sus diputados: Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Masa (Mendoza); Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso de Laprida (San Juan), y el mismo Juan Martín de Pueyrredón por San Luis.

Pero donde más se destacó la “muñeca política” del General San Martín fue en lograr la designación por parte de ese Congreso de quien sería el primer Jefe de Estado de esta nueva y gloriosa Nación: el mismo Juan Martín de Pueyrredón como nuevo Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata

Asumido éste en tan importante cargo, se trasladó  inmediatamente a Buenos Aires desde donde dirigió, como tarea principal, los mayores esfuerzos para sostener política y económicamente la campaña libertadora de San Martin.

Fotografía de carta original de Pueyrredón a San Martín- 02/11/1816 (Museo Mitre -Archivo Pueyrredón)

Vaya como ejemplo del esfuerzo mancomunado entre ambos patriotas la carta que Pueyrredón le enviara a San Martín el 2 de Noviembre de 1816, pocos meses antes de iniciarse el cruce de los Andes y que dice en algunas de sus partes: “Mi amado amigo….Van cuatrocientos recados; Van hoy por el correo los dos únicos clarines que se han encontrado;.. Van los doscientos sables que me pidió…; Van doscientas tiendas de campaña o pabellones, y no hay más… Va el mundo. Va el demonio. Va la carne… Y no sé yo como me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo.., Me voy yo también para que me dé usted algo del charqui que le mando y no me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la fortaleza…., Adiós… Juan Martín”.

                                    Esta conmovedora carta sería muchos años después el documento histórico que inspiraría a nuestro poeta Antonio Esteban Agüero para escribir su poema “Digo el llamado”.

¿Es posible entonces creer que sin la absoluta unidad de estos dos hombres extraordinarios se hubiera podido realizar la campaña de los Andes? se pregunta el otro biógrafo de Pueyrredón Juan Carlos Raffo de la Reta.

Creemos que no.

Tamaña amistad comenzó en estas tierras puntanas el 1 de Septiembre de 1814, al pie de las Sierras de San Luis, en nuestra hoy conocida “Aguada de Pueyrredón”.

Vaya entonces para ambos héroes este 17 de Agosto, nuestro mayor reconocimiento y gratitud.

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Obra “El Encuentro en La Aguada – 01/09/1814”. Tallada sobre cedro por Hugo Agüero sobre dibujo de Graciela Barón

 

 

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