Dos oficinas del gobierno nacional en San Luis están huérfanas de autoridades pese a la importancia de su trabajo.
La primera de ellas es el PAMI. La no asunción de Santiago Saín dejó un sinsabor en muchos puntanos que lo conocían y confiaban en lo que sería su gestión al frente de esa oficina, puerta de atención para miles de jubilados puntanos.
La burocracia que le impidió ejercer el cargo generó decepción, y pese a que una versión que dio cuenta de que Saín se integraría al Gabinete provincial para trabajar con los jubilados eso tampoco se ha materializado.
El PAMI no tiene director y tampoco se conoce movimientos que promuevan una nueva designación en lo inmediato. Los jubilados necesitan esa confirmación.
La segunda oficina es la delegación local de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte. Tras la muerte de Juan Pablo Ojeda no hay pistas sobre una posible designación en esa oficina, también de mucha importancia.
Es tarea de la delegación organizar los medios para garantizar la fiscalización y el control de la operación del sistema de transporte automotor y ferroviario de pasajeros y de carga: ejercer el poder de policía en materia de transporte terrestre nacional, controlando el cumplimiento efectivo de las normas vigentes, así como la ejecución de los contratos de concesión y acuerdos de operación; y fiscalizar la actividad realizada por los operadores y concesionarios de transporte. También tiene entre sus tareas asistir al Ministerio de Transporte en todos los temas de su competencia.