Por Martín Olivera.
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Antes que nada quiero agradecer a todos aquellos que cedieron una parte de su tiempo de este sábado para acompañar esta manifestación de apoyo a un derecho tan fundamental como lo es la vida de los chicos por nacer, aquellos seres que formaran el futuro de nuestro querido San Luis y nuestra querida Argentina.
Pero por otro lado, debo decirles que me siento apenado y desilusionado pues, desde el 2020 la élite política decidió que el aborto sea ley en nuestro querido país, incluso yendo en contra de lo que dicta la Constitución de la Nación argentina que reconoce pactos internacionales que protegen la vida desde la concepción como derecho humano, también conocido como Pacto de San José de Costa Rica, que en su artículo 4 establece: “toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”.
También la Convención sobre los Derechos del Niño habla de la vida desde la concepción, sólo de los menores de 18 años. La ley 23.849, por la que la Convención se incorpora a las leyes argentinas, aclara que “se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su concepción”.
Por tanto, debo decir, que la ley de aborto o ILE es inconstitucional. Y es por eso que siempre se busca decir que el embrión no tiene vida, para disfrazar que se está legislando contra la Constitución.
Para ello, se realizó una campaña financiada y fogoneada por los medios y personajes de la cultura, mintiendo sobre que se hacían 500.000 abortos por año y que fallecían miles de mujeres y que los abortos bajarían con la ley. En realidad, las muertes maternas por aborto provocado en Argentina desde 2015 a 2020 fueron en 15 a 20 por año.
¿Saben que por cáncer de mama mueren 5000 por año? Y en San Luis no se registró ni una sola muerte por aborto en los últimos 20 años.
Pero en los últimos 3 años según datos del Ministerio de Salud, se realizaron en San Luis 5.500 abortos legales, es decir 5.500 puntanos que se aniquilaron antes de nacer (la población sumada de Potrero de los Funes y El Volcán para que se den una idea), ¿para que? para prevenir nada, si no moría ninguna mujer. Otra mentira más.
Mientras, en Argentina los abortos por año fueron aumentando (no bajaron). Se realizaron desde la aprobación de la ley de aborto más de 250.000 homicidios agravados por el vínculo (abortos) como suele decir el actual Presidente, es decir tantas vidas como las que forman la población de la ciudad de Neuquén por ejemplo.
También decían que el aborto legal era seguro y gratuito. en el año 2021, con aborto legal hubo 13 muertes maternas, por lo tanto, el aborto siempre mata a alguien, al niño por nacer y lamentablemente a veces a la madre. Y no es gratuito, pues en un país donde hay 2 de cada 3 chicos pobres, el pueblo argentino solventa con sus impuestos esta ley que reduce la población eliminando argentinos, en vez de ver la manera de revertir la pobreza.
Se trata de un plan sistemático para exterminar a una población determinada (en derecho esto se llama “delito de lesa humanidad…”, ¿quién les dice que alguna vez no haya que juzgar a aquellos diputados y senadores que aprobaron la ley? En Argentina todo puede pasar, ¿verdad?
El vínculo entre una madre y su hijo debería estar lleno de cuidado, compasión y amor. Lejos de ayudar a las mujeres, este mal llamado “derecho humano”, que de humano no tiene absolutamente nada, pues causa muerte, miseria y angustia, donde las víctimas son bebés… ¡seres humanos!, además debemos remarcar el impacto de este “derecho” que como todo derecho debería traer beneficio en las mujeres que se sienten obligadas a creer que la única opción disponible para ellas es el aborto.
Múltiples estudios que han estudiado las consecuencias en las mujeres que tuvieron un aborto antes de cumplir los 25 años sufren depresión, presentan trastornos de sueño, y aproximadamente la mitad de aquellas que tuvieron un aborto siendo menores de edad, sufren pensamientos suicidas.
Las estadísticas también muestran que las mujeres que han tenido un aborto tienen tres veces más probabilidades de sufrir abuso físico, mental o sexual que las mujeres que llevaron a término su embarazo.
Es por eso que ha llegado la hora de predicar con el ejemplo en la vida cotidiana.
Se dice últimamente que hay una grieta y esa grieta es moral. De un lado, los que buscan hacer las cosas mal, (hacer el mal siempre es mucho más fácil que hacer el bien), relativizando los valores que hicieron grande a nuestro país, como el cuidado de la familia (justamente contra la que atenta el aborto), la tradición, la educación o la religión por citar los más importantes.
Si nos quedamos callados, en nuestra zona de confort, seguiremos sufriendo como país, siendo gobernados por una elite política que no piensa en el bien común sino en el de unos pocos.
Es hora de llamar la atención de los que gobiernan y legislan. de formarse, conocer y estar preparados para defender ideas.
Le pido al señor Gobernador de San Luis y su gabinete que hagan cumplir la Constitución de San Luis que establece en su artículo 11 y 13, que San Luis respeta y protege la vida desde la concepción, que articulen políticas de mayor educación en las escuelas para que haya una educación sexual de calidad, basada en ciencia y biología y se deje de lado la ideología de género y la sexualización infantil con todas sus nefastas consecuencias que se han visto en los últimos años, con el aumento de abortos en adolescentes y falsas denuncias y un malgasto tremendo de los fondos públicos sin beneficio alguno para el pueblo de San Luis invoquemos, como dice el preámbulo de nuestra Constitución, a Dios, fuente de toda razón y justicia para que nos ilumine como pueblo, nos de valor, coraje y sabiduría, para lograr que nuestros pedidos sean escuchados y se detenga de una buena vez este proceso de ley que nunca debió haber existido.
Que viva Argentina, que viva Jesús y María y que permanezca vivo en nuestros corazones el recuerdo de esas vidas que nunca pudieron ver la luz.
Gracias.
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