Gustavo Bertolini, un especialista en mutualismo y cooperativismo, con experiencia en la gestión de gobierno, asumió como nuevo ministro de Desarrollo Humano, en reemplazo de Mónica Becerra.
Hasta este martes a la mañana, cuando aceptó el ofrecimiento del gobernador Poggi, se desempeñaba al frente de la Dirección de Cooperativas y Mutuales de ese ministerio. Y tiene años de expertise en esa materia. Es alguien que conoce.
Se trata del cambio de la conducción del ministerio más involucrado en la ejecución de políticas apuntadas al más urgente de los cuatro ejes de gobierno que ha planteado Poggi para estos cuatro años de su gestión: la reconstrucción del tejido social.
Es cierto que esos cuatro ejes, -reconstruir el tejido social, favorecer el desarrollo del sector privado como generador de fuentes de trabajo genuino, combatir el flagelo de la inseguridad y la droga, y fortalecer la institucionalidad-, conforman un todo, que no pueden separarse, y que se interrelacionan. Y que todas las áreas del gobierno tienen su responsabilidad.
Sin embargo, la tragedia social que dejó sobrevenir el anterior gobierno con su particular concepción del ejercicio del poder como franquicia para los negocios de los funcionarios hizo estragos en la sociedad y particularmente entre los más vulnerables.
El gobierno que se fue dejó a 7 de cada 10 chicos viviendo en la pobreza mientras buena parte de la dirigencia miraba para otro lado.
De allí que la reparación de ese daño, visto como en un triaje médico, merece el primer lugar en la consideración.
El escenario de deterioro es tan grave que el propio Poggi suele reducir las prioridades a “que los chicos coman y se eduquen; y a que todos conserven sus puestos de trabajo”.
Estas ideas a cuenta de no olvidar desde donde arranca la actual administración provincial. O mejor dicho, cuál fue el nivel de tierra arrasada que dejó la anterior administración.
Bertolini habló de la búsqueda de la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos a través del trabajo y no del asistencialismo del Estado. De la necesidad de planificar, de tener estrategia y atacar la pobreza. De generar puestos de trabajo y de fortalecer a las instituciones intermedias, claves con su aporte para la reconstrucción de este tejido social destrozado.
Su suerte en la gestión será la de miles de familias puntanas.
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