Era un día clave para acompañar. Y el que acompañó fue otro.
Así resumen en el entorno del intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera, la notoria ausencia de funcionarios del Ejecutivo Provincial en las celebraciones por un nuevo aniversario de esa ciudad del departamento Pedernera.
Ni el Gobernador, ni el vicegobernador, ni dirigentes de primera línea del oficialismo estuvieron junto a las autoridades de Villa Mercedes.
Tampoco en medios oficiales como la Agencia de Noticias hubo una sola línea para destacar la celebración de esa ciudad, que será capital alterna del nuevo gobierno provincial.
A juzgar por esa ausencia pareciera que el gobierno provincial, como un ejército derrotado, se ha retirado también de esa ciudad en la que políticamente sólo hacen pie el reelecto intendente y el gobernador electo, Claudio Poggi.
En el caso de Frontera ha sobrevivido incluso al “fuego amigo” que desde hace años le han disparado desde los nidos de ametralladoras oficiales que Terrazas le instaló en la UPRO, la Casa de la Música, Mólino Fénix, La Pedrera, y cuanta otra oficina provincial hubiese en esa ciudad.
La sociedad de Villa Mercedes se ha expresado en las urnas con tal contundencia y en tantas reiteradas elecciones que la dirigencia no tiene más remedio que asimilar que comienza un nuevo tiempo político.
Es tiempo de trabajar desde el consenso, con acuerdos entre la administración provincial y municipal, y enfocados en las prioridades de los vecinos.
Es el reclamo por el que los ciudadanos de Villa Mercedes vienen expresándose: no más imposiciones ni caprichos desde la cima de la pirámide.
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