“A esta altura parece que hay complicidad entre el gobierno saliente que licita obras faraónicas a un mes de irse y algunas empresas constructoras que eventualmente participen en las obras licitadas”.
El textual salió de la boca de Claudio Poggi, el gobernador electo de San Luis que esta mañana mantuvo un contacto telefónico con el periodista Miguel Clariá en Cadena 3.
Fue en el marco de una consulta sobre la frustrada transición de gobierno, ante la negativa de Alberto Rodríguez Saá de aceptar la derrota electoral y en su plan de instalar una suerte de gobierno paralelo que lo sobreviva más allá del 10 de diciembre.
– Algo de esto habías adelantado Poggi, en su momento respecto de lo que estaba haciendo el gobernador saliente Rodríguez Saá. ¿Tuvimos la sensación de que había alguna pizca de sensatez, de cordura institucional? señaló Clariá.
– No la hay, no hay una transición acordada. No existe, Miguel. Yo soy gobernador electo, un cargo que no existe en ninguna constitución es el gobernador electo de hace cinco meses. Sin transición en San Luis, con el gobernador Rodríguez Saá, que no reconoce que perdió, que no reconoce la voluntad popular que está formando un gobierno paralelo, dejando a sus funcionarios en el Estado en planta permanente, que está llamando a licitaciones millonarias, de obras públicas millonarias, ahora, un mes antes de irse y que deben ejecutarse en los próximos dos o tres años, contextualizó Poggi.
“Hoy, por ejemplo, por esta hora se están abriendo las ofertas de una autopista de casi 30 mil millones de pesos, en los próximos días una ciudad judicial por casi 40 mil millones de pesos. Obras que expresamente pedí no se licitaron porque las prioridades son otras. Por supuesto que con la ley, con la constitución de la mano, esas obras faraónicas las deberían anular y denunciar el vaciamiento del Estado, un saqueo del Estado provincial. Porque a esta altura parece que hay complicidad entre el gobierno saliente que licita obras faraónicas a un mes de irse y algunas empresas constructoras que eventualmente participen en las obras licitadas” dijo Poggi para señalar la aparente connivencia entre Rodríguez Saá y empresarios.
“Ahí hay una figura de anticipo financiero de obras, que normalmente se entregan al inicio de cada obra, que pueden llegar al 30% de su valor sin poner un ladrillo aún… todo esto hace responsabilidades patrimoniales tanto a los funcionarios como a los contratistas y seguiremos muy de cerca».