Las uñas políticas de Alberto Rodríguez Saá aparecieron hoy en el centro de la ciudad de San Luis para generar temor en el domicilio particular del gobernador Claudio Poggi.
Bajo el paraguas del paro que la CGT realiza a nivel nacional, el gremio Camioneros y ATE protestó hoy en la puerta del domicilio familiar del gobernador Claudio Poggi. Y preocupó a los vecinos de ese edificio.
Hasta allí llegó una veintena de militantes de la agrupación que conduce la familia Moyano, mientras otro grupo de dirigentes y militantes de ATE quemó cubiertas en las puertas de la planta de tratamiento de SerBa y prohibió el ingreso de otros trabajadores al lugar en donde se potabiliza el agua de la ciudad de San Luis.
Hay que decir que no se escuchan bocinazos de apoyo por parte de los automovilistas que cruzan lentamente esa barricada.
Pero además, esas fogatas generaron columnas de humo que afectaron el normal funcionamiento del Centro Oncológico provincial en Puente Blanco. De hecho, familiares de los pacientes hicieron declaraciones públicas en las que denunciaron cómo el humo afecta ese espacio médico, además de todo ese sector de la ciudad.
Esos grupos gremiales -entre ellos ATE que irrumpió violentamente en el edificio municipal el pasado 30 de enero- fueron parte del armado político que perdió las elecciones el pasado 11 de junio de 2023 y tienen una fuerte vinculación política con el ex gobernador.
En línea con el plan desestabilizador de Alberto Rodríguez Saá, padre de la derrota, padre del rencor, van escalando en los niveles de violencia de sus manifestaciones, al punto de que hoy llegaron a la puerta de la casa del Gobernador Claudio Poggi.
“El escrache es un método antidemocrático de protesta, intimidatorio, que busca alterar la paz social. El cambio que expresó San Luis fue el de una sociedad que le dice No a los violentos. No podemos permitir ni tolerar estas acciones que buscan alterar y promover la violencia. La gravedad del hecho es que hayan ido al domicilio privado del Gobernador y no a la Casa de Gobierno, que es el lugar donde democráticamente deberían haberse manifestado”, expresó el secretario de Comunicación, Diego Masci.
El gobierno responsabilizó a los dirigentes Fernando Farías y José Gatica, de Camioneros y ATE, respectivamente “que son arietes del ex gobernador Alberto Rodríguez Saá”.
“Es un acto democrático manifestarse frente a la Casa de Gobierno, y es un acto mafioso y de apriete ir al domicilio privado del gobernador” expresó Masci.