La asunción de concejales en la ciudad de La Punta sintetiza con mucha claridad la debacle del peronismo en esa ciudad, una fotografía que pinta de cuerpo entero cómo el justicialismo ha ido perdiendo terreno político.
Hay dos maneras muy gráficas de contarlo.
La primera: de los dos concejales que asumen hoy, una banca es para Avanzar / Cambia San Luis, en manos de Roxana Oros, y la otra banca para Fernando Orozco que si bien integró el lema oficialista asumirá por el Movipro.
Eso se traduce en que de los cuatro concejales de La Punta dos son de Avanzar / Cambia San Luis, uno del Movipro y sólo uno del PJ.
La otra manera de explicar ese retroceso del justicialismo es la siguiente.
Cuando el actual intendente Martín Olivero -que este jueves desplazará a María Angélica Torrontegui de la banca de senador por Pueyrredón- ganó la intendencia de esa ciudad, los cuatro concejales fueron del PJ. De allí en más comenzó una sangría que se tradujo en una permanente reducción de bancas: cuatro en 2017, tres en 2019, dos en 2021 y una sola en 2023.
Además de perder terreno en lo electoral también fue perdiendo terreno en lo institucional, o sea, hoy prácticamente no tiene ningún cargo representativo en la ciudad de La Punta, una localidad en la que ganó la intendencia en 2015 con casi el 80% de los votos.
Olivero fue electo intendente en 2015 con casi el 80% de los votos; a la par, se fue evaporando el capital político del PJ al punto de reducirse a su mínima expresión.
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