Luego de los últimos triunfos electorales de Claudio Poggi en Villa Mercedes, luego de salida de Mario Raúl Merlo de la municipalidad de esa ciudad, y luego de la no participación de Adolfo Rodríguez Saá en la planificación de las acciones políticas del gobierno en el territorio provincial, Villa Mercedes ha tenido un rediseño para su abordaje político.
Toda la responsabilidad la asumió el ministro de Obras Públicas de la provincia, Alberto Rodríguez Saá (h), luego de percibir que cada ministerio se enfocaba en un circuito puntano, pero nadie hacía la conexión directa entre Terrazas del Portezuelo y Villa Mercedes.
En esa tarea sólo otras dos personas intervienen, por un lado el intendente Maximiliano Frontera, y por otro, el vicegobernador, Eduardo Mones Ruiz (h).
El armado de listas causó chispazos en algunos sectores de la dirigencia justicialista villamercedina. Los argumentos son conocidos, nadie se entera por esta página.
Que el vicegobernador Eduardo Mones Ruiz ubicó a su hermano en el segundo lugar de la lista de concejales. Que Anabella Lucero ubicó a su hermana en el tercer lugar de esa misma lista.
Como en toda la provincia, también en Villa Mercedes quedaron afuera los dirigentes que se reconocen kirchnerista, y también el gremialismo que siempre ha sido muy activo en esa ciudad y que tiene figuras como las de Carlos Ybrhain Ponce, Walter Aguilar, o Darío Martineli entre otros.
A esas voces se suma un reproche: no hay un solo ministro de Villa Mercedes en el Gabinete provincial, ni hay una figura de Villa Mercedes -más allá del Vicegobernador- tomando decisiones fuertes.
Para decir la verdad completa hay que señalar que el Gabinete provincial es de las “cuatro avenidas”: no hay ningún ministro de ninguna otra ciudad o localidad que no sea la capital puntana.