Halcones y palomas

12 de marzo de 2022

Dos artículos publicados por DePolítica en las últimas semanas recibieron una inusual cantidad de comentarios, por privado, compartiendo distintos puntos de vista.

El primero fue: “Alberto, el pastor sin perros”, en el que se analizó al vacío político que rodea al Gobernador Alberto Rodríguez Saá, fruto de su propia construcción personalista.

El segundo fue: “Poggi y el poder de la palabra”, en el que se señaló al líder de Avanzar como el dirigente con mayor responsabilidad en la construcción de una opción opositora que gane en 2023.

Hay una interesante mirada secundaria y en relación a esa construcción de la oposición, sobre las “modelos de expresión” de sus dirigentes, cómo se mueven, qué hacen y dicen. Quedaron en evidencia en los últimos días y fueron motivo de comentarios dentro de ese espacio.

¿Cuáles son los umbrales de tolerancia con los que debe moverse Claudio Poggi como principal responsable de ese armado opositor?.

¿Dónde comienzan las responsabilidades del resto de los dirigentes opositores para con ese armado?.

¿Cuánto inciden los resultados electorales (46,08% / 5,04%) que obtuvieron cada una de las piezas opositoras por separado que compitieron en 2021?.

¿Con los actuales niveles de polarización, aportan las imágenes de dirigentes opositores mezclados con oficialistas?.

¿No fue suficiente el abrazo Terrazas-Radicalismo que la sociedad vio en la Plaza Independencia en la previa de la elección 2021?.

¿En qué se va a parecer o diferenciar la nueva dirigencia radical de la vieja dirigencia radical?.

¿Sobran palomas?, ¿faltan halcones?.

Todos esos interrogantes funcionan como disparadores para reflexionar sobre esas expresiones que se pudieron ver o escuchar en los últimos días. Y abren un terreno muy amplio de especulaciones con el antecedente de la fractura experimentada en el conglomerado opositor, o del rol -funcional a Terrazas que algunos le asignaron a un sector del radicalismo.

 

Rigau reflejado en los medios oficiales del Gobierno.

 

Por caso, el intendente radical de El Trapiche, Juan Manuel Rigau esta semana se calzó un casco del Gobierno Provincial y apareció en un video junto al senador por Pringles, Daniel Camili y el intendente de La Toma Ernesto Alí en un acto oficial por la construcción de viviendas. Por cierto, la edición de imágenes con los dirigentes oficialistas a las risotadas no le favorece.

Traducido: Rigau aparece con el casco oficialista -vale decirlo así porque no hay separación entre Gobierno y partido (como no lo hubo con el slogan de vacunación y el nombre del frente electoral Fuerza San Luis)-, en un acto del Gobierno provincial, por obras que se hacen con plata que envía el Gobierno Nacional.

Días atrás, el diputado nacional Alejandro Cacace -elogiado en las redes por su discurso en el Congreso sobre el acuerdo Nación-FMI-, se mostró muy sonriente junto al intendente Alí, en un torneo de ajedrez en La Toma.

Aficionado al ajedrez, la imagen de Cacace fue un guiño entre los whatsapps oficialistas que la multiplicaron con socarronería.

 

Alí y Cacace, unidos por un tablero de ajedrez.

¿Dicen algo políticamente esas imágenes?, ¿qué dicen en lenguaje político?, ¿aportan a alguna construcción?, ¿acaso las imágenes ya no significan nada en política?, ¿se establecen nuevos límites?. 

En esta lógica de “halcones y palomas», son posiciones demasiado palomas.

Posiblemente a esa construcción opositora aporten más seguridades los “halcones”, un rol que pareció encarnar alguna vez, al menos discursivamente, el intendente de Merlo, Juan Alvarez Pinto cuando echó por irrespetuoso al ministro de Seguridad, Luciano Anastasi, quien fue al edificio municipal a pedir con prepotencia que la intendencia cortara los yuyos.

O el papel en el que se lo vio en estos días, muy bien enfocado al diputado provincial “Charly” Pereira. Su fluidez y contundencia, le pone expectativa a cada una de sus intervenciones en la Cámara. (Foto de portada: Pereira durante su discurso en la Legislatura)

“Déjense de verso, ¿ampliación de derecho?, si le cerraron la puerta del ANSeS a todos los puntanos en plena pandemia. Sarasa. ¿Se creen que la gente es estúpida? Los acaba de castigar hace meses en dos elecciones. Funcionarios que gestionan ruinosamente, un Estado quebrado, fallido, sumido en la pobreza, con falta de empleo, la realidad de la droga… Esto es verso, quieren tomar mano de obra política que quedó desocupada luego de las elecciones. Quieren darle laburo a los amigos, a los que quedaron a pata, a los que no pudieron ser concejales, diputados. No mientan más. Es un club de amigos, divorciados de la gente” le dijo al oficialismo durante el tratamiento de la nueva ley de ministerios. 

Con la desconfianza del núcleo duro del Poggismo hacia un sector del radicalismo al que considera funcional a Terrazas, será interesante ver el lenguaje político en el que se amasa esa construcción opositora.

 

Dejá tu comentario