El 2 de marzo pasado, en una asamblea unánime, la ministra de Salud, Rosa Dávila; la presidenta de la Sociedad del Estado “Ramón Carrillo” María José Zanglá; y los directores de ese organismo Nicolás Anzulovich y Francisco Petrino, firmaron un acta en la que designaron como un nuevo director de ese organismo a Cristian Pablo Marcelo Niño Piquillem.
Esa acta fue certificada con su firma por el escribano María Noé Esteves III, el 23 de mayo.

Sin embargo, recién casi tres meses después de designación, Niño notificó su propia designación como director del “Ramón Carrillo” a la oficina nacional de PAMI, y lo hizo utilizando su propia clave y firma digital como Asesor Legal de la Unidad de Gestión Local UGL-XXVI PAMI San Luis.
Esa oficina es dirigida por Diego González, ex concejal en Villa Mercedes, que a principios de este año renunció a esa banca para asumir en la oficina nacional en San Luis.
Recién el 28 de junio pasado Niño solicitó una licencia extraordinaria, vía expediente digital y lo hizo con su clave personal y firma electrónica como Asesor Legal del PAMI.
Es decir que casi tres meses después de su designación como director del “Ramón Carrillo” -seguía siendo empleado del PAMI- recién pidió una pausa en su vínculo contractual, al punto de que no fue su superior quien hizo la gestión ante la oficina nacional sino el propio Niño con firma digital.

Así lo revela él mismo en una nota dirigida al Gerente de Recursos Humanos, Roberto Guaresti al señalarle que había sido “designado como Director de la Sociedad del Estado “Ramón Carrillo”, dependiente del ministerio de Salud de la provincia de San Luis, a partir del 2 de marzo de 2022”.
“Es una falta de ética que siga manejando las claves del sistema de PAMI… lo prolijo es hablar con tu autoridad, entregar tu nuevo nombramiento y el pedido de su licencia, pero no ingresar desde otro equipo que no pertenece a la oficina de PAMI y hacer el trámite con el sistema GEDO que se utiliza en esa dependencia”, argumenta gente con experiencia en la gestión de esa oficina.
Es desprolija la gestión, en tanto cualquiera podría seguir utilizando las claves de PAMI aún cuando no trabaje más en esa dependencia. O bien debiera optar por una sola ventanilla: o Asesor Legal de PAMI o director del “Ramón Carrillo”.
Otras voces aportan su conocimiento para entender porqué suceden estos desmanejos: “La vicepresidenta Cristina Kirchner le dio el manejo de PAMI a Rodríguez Saá, y cuando se plantean situaciones que requieren de la intervención de la directora nacional –Luana Volnovich– ella dice que no puede tocar nada de San Luis, que lo tiene prohibido”, cuentan.
Traducido, no hay ante quien reclamar por un desmanejo evidente como este que hoy revela DePolítica.
La preocupación es compartida en el gremio que nuclea a los trabajadores. Un empleado de esa oficina habla de un clima de cansancio por “el manoseo que hay, en cuanto a afiliados, prestaciones” y por “el desorden interno”. “Eso de que sigue usando la clave es muy irregular”, se queja.