Dos meses atrás esta página advirtió que ya nadie controla las cuentas de los Poderes del Estado Provincial.
El Tribunal de Cuentas, el organismo encargado del control de gastos de todos los poderes – Ejecutivo, Municipalidades que no tienen Concejo Deliberante, Sociedades en las que el Estado tiene participación mayoritaria, sociedad del Estado, y otras, ha perdido su constitución formal. Y la Asamblea Legislativa no da señales de ordenar su conformación para completar las designaciones necesarias que lo pondrían a funcionar nuevamente.
El Tribunal se integra con tres miembros permanentes. Tres de los cinco integrantes deben ser profesionales de las ciencias económicas y los otros dos, abogados.
Los permanentes son Sergio Oste, Guillermo Catalfamo y Dugen Endeiza, quien sin embargo está jubilado desde hace cuatro años. Los dos restantes deben ser elegidos mediante acuerdo de la Asamblea legislativa y con renovación anual.
De esos dos miembros uno representa a la mayoría (Hugo Zudaire) y uno a la minoría legislativa (Miguel Ferrero). Ambos, aún no han sido ratificados y tienen su mandato vencido.
En definitiva, de los cinco integrantes que se requieren para el ejercicio pleno de sus facultades, sólo hay dos disponibles. En los hechos, no hay organismo que controles los gastos del Estado provincial y los otros poderes.
Otra función no menor del Tribunal de Cuentas es la de revisar y auditar la aplicación de los fondos públicos provinciales que el Ejecutivo le transfiere a algunas municipalidades. Eso tampoco se está controlando.
En total, en todo 2020 hubo 30 sesiones. Y tres sesiones extraordinarias virtuales. Quedan dos sesiones para terminar el año.