La imposibilidad en los hechos de restaurar los daños que el fuego originó en las cabañas del Paseo del Padre en el corazón de la ciudad de San Luis, abrió una instancia de debate interesante.
¿No se merece la ciudad de San Luis una nueva obra que sea un verdadero atractivo turístico, con posibilidades de desarrollo comercial al estilo de los paseos más bonitos y visitados en algunas ciudades europeas, como el Mercado de San Miguel, junto a la plaza Mayor en Madrid?.
Va la pregunta desde otro lugar:
¿Es esa feria comercial de puestos precarios, inseguros, el espacio ideal para una ciudad como la capital puntana, huérfana de atractivos turísticos en el microcentro más allá de la tradicional postal de la Catedral y del busto que recuerda el héroe Juan Pascual Pringles?.
No se trata de menoscabar la importancia que tuvieron esas cabañas para las familias de los vendedores con cuya venta diaria llevaban alimento a sus hogares, sino de pensarlo en términos de una instancia superior.
Un espacio de oferta gastronómica, cultural, turística, que tenga un centro de convenciones, un teatro y un área comercial. Un edificio moderno, inclusivo, que tenga lugares de encuentro y recreación para las familias puntanas y para los turistas.
Si la inspiración fuese un mercado como el de Madrid bien podríamos decir que San Luis también tuvo en el siglo XIX un Mercado Público muy tradicional en esa zona céntrica, aunque se trató de un centro de abastecimiento de mercaderías.
Ese edificio emplazado en el actual Paseo del Padre se inauguró el 1° de junio de 1879 pero –también- un incendio lo redujo a ruinas, que tuvieron que ser demolidas. Allí estaba, entre las calles Colón al este, Rivadavia al oeste, Eriberto Mendoza al sur y Artigas al norte.
¿Alguien está pensando en esta posibilidad?