La cúpula del partido del PRO se reunió este viernes en Vicente López. En el encuentro, en el que participaron sus principales líderes -Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich y otros dirigentes nacionales-, se hizo un balance muy crítico de la gestión del gobierno de Alberto Fernández, donde apuntaron el “riesgo institucional” que implica la intromisión de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, sobre el poder judicial, luego de que esta publicara una carta contra la Corte Suprema.
Los líderes nacionales del PRO, acordaron profundizar el trabajo de cercanía con la gente para que los electores “puedan confiar en esta fuerza como opción de libertad, del esfuerzo, y la cultura del trabajo”. Los dirigentes nacionales concluyeron en que “muchos argentinos la están pasando mal” por lo que es urgente la construcción de una alternativa distinta al gobierno nacional.
En esta dirección, los líderes del PRO decidieron apuntar el grueso de su trabajo al fortalecimiento del partido en todo el país, para lograr la construcción de alternativas superadoras en cada distrito, en los cuales se buscará acordar, también, con todas las fuerzas aliadas que compartan la propuesta de Juntos por el Cambio para ganarle a los peronismos locales.
El mensaje nacional fue leído con rapidez en San Luis, dando lugar al encuentro y acuerdo que celebraron el presidente de la Asamblea del PRO provincial, Charlie Pereira con el ex concejal de la Ciudad de San Luis, Francisco Guiñazú.
El acuerdo se celebró con el objeto de “construir los consensos necesarios para recuperar los valores perdidos y hacer aportes en la imprescindible reformulación del frente opositor”, declararon en un documento.
Pereira y Guiñazú señalaron, asimismo, que van a trabajar para formar “una corriente de opinión y acción republicana que ayude a consolidar una democracia real en San Luis con actores que “garanticen” la fiel representación política del pueblo”, lo que constituye una crítica velada a los diputados y concejales del PRO y la UCR «que pactaron con el oficialismo provincial y con el Intendente de la Ciudad para acceder a espacios de la estructura institucional y administrativa de la Legislatura y el Concejo Deliberante».
Ambos dirigentes habían señalado profundas críticas al sector de «Juntos por el Cambio», contra las acciones de Abdala y Cacace en la Legislatura y en el Concejo Deliberante.
Guiñazú había sido contundente con relación al conflicto que disparó el pedido de juicio político contra al intendente de la Ciudad, Sergio Tamayo, cuando declaró que: “La ciudad de San Luis no ha elegido al señor Edesal como intendente”, acusando luego a Cacace como «el mentor de la estrategia para tratar de ubicar a Suárez como presidente del Consejo”. Por su parte, Pereira había declarado que “Abdala era socio político de Rodríguez Saá”, a los pocos días de que el diario Perfil publicara su nota “Un gobierno de diminutos” en la cual cuestiona a los funcionarios del gobierno de Rodríguez Saá y a los opositores que favorecen el dominio político del oficialismo provincial.