El Obispo Monseñor Gabriel Barba se mostró indignado por el ataque que sufrió el edificio de la Catedral puntana y contó que había llamado al ministerio de Seguridad pidiendo que actuaran previniendo los hechos vandálicos que finalmente sucedieron.
Se lo reconoció al colega Hernán Pacheco, quien lo entrevistó este lunes, luego de un fin de semana cargado de frustración para los fieles del culto católico que vieron como un grupo de unas veinte mujeres vandalizaron el frente del histórico edificio a pocos días de su restauración, como también de otras instituciones, entre ellas el Sanatorio Rivadavia.
Los flyers con los que se promocionó la marcha encendieron las alertas del Obispo y por ese motivo se decidió a pedir prevención en el ministerio de Seguridad.
“Yo tuve acceso a los flyers donde anunciaban esta marcha, y había dos flyers que llamaban la atención, los dos con la catedral de fondo, uno con antorchas y otro con humo. Era claro que preanunciaban desmanes” contó.
“Nosotros tuvimos dos comunicaciones, una primera comunicación pidiendo seguridad, antes, preventivamente al ministerio de Seguridad” reveló Barba. “Indignado. Yo estoy indignado como lo está el pueblo de San Luis. Yo no me atrevo a decir un porcentaje, pero en un 99% no escuchás a uno que esté de acuerdo, salvo las veinte personas, mujeres, vandálicas que atentaron contra esto. Encima son grupos muy pequeños” señaló Barba.
“Vi los videos en directo, pero cuando ya estaban por la Clínica Rivadavia, pobre Clínica otra víctima también, no había más de veinte mujeres, es muy fácil prevenir eso, es muy fácil. Sólo decisión” reclamó el Obispo, antes de volver a pedir prevención. “Yo creo que en estas cosas tenemos que ser más precavidos para no llegar a lo que llegamos y espero que esto sea también un aprendizaje para cuando lleguemos a octubre y noviembre – Encuentro °35 Plurinacional de Mujeres y Disidencias, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, en San Luis-, sabemos que tenemos dos encuentros importantes, que no pase esto. No puede ser que esto pase”.
¿Cuál fue ese segundo llamado? Esta vez el llamado entró desde Terrazas del Portezuelo. Del otro lado del teléfono estaba la secretaria de Cultura del gobierno provincial, Silvia Rapisarda para decirle “que estaba indignada con lo que había pasado y que el Gobierno provincial se comprometía a hacer las reparaciones de la construcción”.
Las formas de un Estado bobo que no previene, y prefiere pagar.