La presidencia del Concejo, como una serie de Netflix

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8 de diciembre de 2020

A los portazos y todos enojados entre sí. Así terminó una reunión que este mediodía de martes organizó el intendente de San Luis, Sergio Tamayo para pedirle a los integrantes del bloque oficialista del Concejo Deliberante que voten al radical Javier Suárez Ortiz para la presidencia de ese cuerpo legislativo.

El (des)encuentro fue en la oficina del intendente, que deberá reasegurar las bisagras de su puerta doble hoja. Sentados en torno a la mesa grande, los concejales escucharon al intendente Tamayo decirles que quería que acompañaron la postulación de Suárez Ortiz para la presidencia del Concejo –algo que él ya había acordado- y tras lo cual les preguntó que opinaban, incluida la posibilidad de que Johana Sosa se quedara con la vicepresidencia.

Las diferencias fueron de tal calibre que al atardecer de este martes seguían los llamados telefónicos para apaciguar los ánimos.

El concejal Daniel Ferreyra fue contundente y dijo que no estaba de acuerdo con esa posición, que él quería votar por un compañero peronista, tal como sucedió en la Cámara de Diputados de la provincia.

Tampoco estuvo de acuerdo Lautaro Ojeda, que dijo que no le cerraba ese argumento de votar por un radical, y que el bloque tenía o podía conseguir los votos suficientes para quedarse con la presidencia del Concejo.

Las concejales Agustina Gatto y Julieta Ponce fueron las que intentaron defender la posición del intendente argumentando que si esa era la instrucción que Tamayo había recibido, así debía ser.

Johana Sosa dijo que ella respetaría lo que finalmente resultara de ese encuentro y que se sentía mucho más cómoda si también estaba de acuerdo el intendente.

Gastón Témoli y Daniela Serrano hicieron silencio y sólo cruzaron miradas, con el Secretario de Gobierno municipal que también participó en calidad de oyente.

La discusión fue tan áspera que en un momento dado Ferreyra decidió levantarse la mesa y abandonar la reunión, manteniendo su convicción de que de ninguna manera el peronismo podía darle la presidencia a alguien que no fuera del grupo.

Lo siguió Lautaro Ojeda, a quien hicieron volver casi desde las escaleras para intentar seducirlo con la posibilidad de que acompañe con su voto a Suárez Ortiz en la presidencia.

El argumento contra la propuesta que sugirió Tamayo fue la imagen que se ha repetido en los cuerpos legislativos nacionales, provinciales y municipales.

La presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación fue para Sergio Massa. ¿Alguien imaginaría a la Cámara en manos de un integrante de Juntos por el Cambio?

La presidencia de la Cámara de Diputados de la Provincia fue para Juan Carlos Eduardo. ¿Alguien imaginaría a la Cámara en manos de un integrante del Interbloque San Luis Unido?

¿Alguien puede imaginar que en el resto de los concejos deliberantes, el oficialismo municipal y sus aliados van a dejar las presidencias en manos de la oposición?

Nadie hubiera imaginado tanto suspenso en la elección de las autoridades del Concejo Deliberante de San Luis. Casi un argumento para una miniserie de Netflix.