La decisión del gobernador Claudio Poggi de que el frente Ahora San Luis —con el que ganó las elecciones de mayo pasado por más de 21 puntos de diferencia sobre el frente Justicialista— no participe de las elecciones de octubre, en las que se elegirán diputados nacionales, tiene un fuerte impacto en el escenario electoral provincial.
Poggi explicó que Ahora San Luis fue concebido como un espacio de unidad provincial. Ese frente estuvo integrado por partidos de distintas ideologías, con el objetivo común de “cuidar San Luis” y asegurar la gobernabilidad tanto en el Ejecutivo como en los municipios.
“El 11 de mayo, el pueblo nos dio un voto de confianza porque entendió que esta forma de unirnos era la mejor manera de salir de la tragedia social que dejó el gobierno anterior y que tuvimos que empezar a remontar”, dijo. Y opinó que las elecciones nacionales responden a otra lógica, marcada por el debate sobre “Milei sí, Milei no”, una dinámica ajena al armado de Ahora San Luis.
“En mi opinión —y lo estamos conversando con los presidentes de los demás partidos— no tiene sentido y no es conveniente la participación electoral del frente provincial Ahora San Luis. Cada partido integrante decidirá lo que más le convenga, pero como frente, yo considero que no es conveniente”, afirmó Poggi la semana pasada en Villa Mercedes.
De todas formas, más allá de esa decisión frentista, los partidos que integran Ahora San Luis podrían, individualmente, tomar otros caminos. En este artículo trataremos de revisar qué posturas están tomando forma.
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Antes, hay que decir que el armado justicialista ya anticipó quiénes serán sus candidatos, cuyos nombres deberán inscribirse antes del 17 de agosto, fecha límite para oficializar las listas de candidatos. Los nombres fueron publicados en la web del exgobernador como resultado de una “lista de unidad”, un entrecomillado que sugiere exactamente lo contrario.
Los hechos respaldan la frase anterior. Decenas de dirigentes mordieron el polvo otra vez: buscaron afanosamente avales para candidaturas que no fueron consideradas por el exgobernador, quien ya tenía definido desde hace tiempo quiénes serían sus postulantes.
Prueba de ello puede dar Natalia Zabala Chacur, quien en las últimas horas hizo pública su renuncia a la candidatura suplente como diputada nacional, apenas cuatro días después de la publicación de su nombre en la web del exmandatario. Algo impensado hace poco tiempo.
Renunció señalando que su candidatura fue la que más avales cosechó: 4.400, que la “posicionaron como la primera precandidata con mayor apoyo, y eso es una muestra clara de que el camino recorrido no ha sido solitario ni improvisado”, dijo.
Permanecen en pie las postulaciones del excandidato a gobernador Jorge “Gato” Fernández; la diputada provincial por Junín, Gloria Petrino; y el dirigente gremial José Farías. Tras la caída de Chacur —quien había asumido como diputada nacional luego de la candidatura testimonial de María José Zanglá—, completan esa lista el exintendente de San Luis, Sergio Tamayo, y Blanca René Pereyra.
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Veamos ahora qué está pasando en la Unión Cívica Radical, un espacio históricamente caracterizado por sus tironeos internos.
Dos caminos se plantearon durante la Convención Provincial realizada el pasado fin de semana.
En primer lugar, se acordó respetar la decisión del frente Ahora San Luis: la UCR no se aliaría ni con el armado de Javier Milei ni con el kirchnerismo.
En segundo lugar, se propuso explorar una posible adhesión a un frente electoral que compita enfrentando a esas dos opciones. Esa exploración, y un eventual acuerdo, deberá definirse de inmediato: este jueves vence el plazo para presentar alianzas y el domingo 17, candidatos.
“Ni con el kirchnerismo, ni con La Libertad Avanza”, fue la consigna que compartió en redes el dirigente Roberto Pagano.
Hay que decir que esta búsqueda de un posicionamiento propio por parte de la UCR se da en un contexto marcado por dos situaciones puntuales.
La primera: el pedido de Miguel Ángel Bonino —vocero de un malestar creciente dentro del radicalismo— para expulsar a Alejandro Cacace del partido. Cacace actualmente se desempeña como subsecretario de Reformas Estructurales en el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que encabeza Federico Sturzenegger.
Se lo cuestiona por formar parte de una oficina que ejecuta un programa de gobierno que contradice posicionamientos históricos del radicalismo, y por su defensa de los recortes presupuestarios del Gobierno nacional, que impactan directamente en la administración provincial.
De hecho, Bonino le cuestiona a Cacace sus últimas declaraciones, que bien podrían leerse como una crítica a la gestión de Poggi, artífice de un gobierno que, de manera efectiva, sostiene exitosamente la experiencia inédita de un gobierno de coalición en la provincia de San Luis.
En ese tono crítico sobre Cacace también se expresó Pagano: “Somos radicales, no cómplices”.
La segunda situación puntual es la permanente actitud de Walter Ceballos de desmarcarse de la decisión del gobernador Poggi, según manifestaron actores de esta y otras reuniones radicales. No hay caso con Ceballos, dicen.
En síntesis, a través de una Resolución la UCR resolvió encomendar al Comité Ejecutivo Provincial y a la Mesa Ejecutiva de la Convención Provincial que consulten a partidos políticos cuyos principios no sean incompatibles con los del partido, con el fin de constituir un frente “que defienda los valores de la democracia republicana, respete las libertades cívicas, promueva la igualdad de oportunidades y sostenga el federalismo”.
En caso de que no prospere la constitución de una alianza electoral de esas características –acuerdo y alianza sellada con plazo máximo el jueves 7 de agosto-, la UCR no presentará candidatos oficiales y sus afiliados no podrán presentarse como candidatos de otros frentes y/o partidos.
Esto en relación al radicalismo.
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Aunque parezca obvio, vale la aclaración: el propio Poggi confirmó en contacto con los medios que Avanzar —socio mayoritario de Ahora San Luis— no participará de la elección, en línea con la decisión del frente.
No obstante, otros espacios que integran Ahora San Luis aún no han hecho pública su posición.
DePolítica intentó obtener la palabra de las máximas autoridades de Todos Unidos y del PRO, pero en ambos casos no hubo respuesta, lo que permite suponer que aún no han definido qué postura tomarán de cara a la elección de octubre.
En el caso de Todos Unidos vale una consideración especial: está obligado a participar de la elección de octubre y llevar sus propios candidatos. Fuentes conocedoras del derecho electoral le advierten a esta página que los partidos distritales, como es su caso, no pueden no participar de dos elecciones nacionales consecutivas, porque ese es un motivo de caducidad de su personería política.
Es cierto que no existe ninguna obligación legal que exija a los partidos de distrito participar en cada elección nacional, sin embargo, sí hay consecuencias si no lo hacen en dos elecciones consecutivas (2023-2025). Y este sería el caso de Todos Unidos.
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