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Una nueva metodología de contención parece haberse puesto en práctica en Terrazas del Portezuelo, y que responde a la lógica de que nadie se vaya enojado.
Claro que esa decisión no es gratis en términos del aumento del gasto público que representa; un gasto que no para de crecer y que se aleja cada día más de aquel histórico 50 y 50 con el que siempre se diseñó el presupuesto provincial: 50 por ciento de gasto de capital y 50 por ciento de gasto corriente.
Si hace dos años atrás esos indicadores estaban en una relación 70/30 y el gasto público no ha parado de crecer desde entonces, la proporción hoy debe ser escalofriante. Inviable.
Lo cierto es que todos los funcionarios que fueron reemplazados en los últimos movimientos del Gabinete Provincial siguen cobrando, sólo que hora deben facturar.
No es que al dejar el cargo dejaron de cobrar el sueldo, sino que ahora ya sin cargo, siguen cobrando lo mismo pero contra prestación de una factura mensual. Ya nadie sabe cuántos funcionarios hay o cuántas personas cobran como si fueran funcionarios.
Fue notoria esta semana la cantidad de consultas que escucharon numerosos contadores a quienes esos ex funcionarios pidieron asesoramiento para que les iniciaran u ordenaran sus situaciones tributarias para poder facturarle al Estado.
Incluso hay numerosos casos de ex funcionarios que pidieron los préstamos de dos sueldos que otorgó el Gobernador en diciembre de 2021 y que ahora no saben cómo devolver ese dinero, aunque por ahora nadie se los reclama.
Antes, la devolución se hacía a través de un descuento en sus planillas de sueldos, pero ahora nadie les dice cómo devolver ese dinero prestado.
