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Unos 300 simpatizantes kirchneristas se reunieron en la Plaza Pringles de la ciudad de San Luis para expresar su acompañamiento a la vicepresidenta Cristina Kirchner quien enfrenta un proceso judicial en la denominada “Causa Vialidad” con un pedido de 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para el ejercicio de cargos públicos.
Allí estuvieron dirigentes y militantes del Movimiento Evita, simpatizantes de la Izquierda, de movimientos de Derechos Humanos, de La Cámpora y algunos nombres puntuales como el ex concejal Roberto González Espíndola, la concejal Daniela Serrano, que pusieron en evidencia otras ausencias.
No estuvo Luis Piri Macagno, ni Gastón Témoli, ni Cristian Niño ni se vio a ninguno de los dirigentes que se referencian kirchneristas y que hoy están dentro de la estructura de Terrazas del Portezuelo. En cambio, otros dirigentes como en el caso de Daniel Sosa remarcaron matices: «Yo no soy Cristinista, soy Peronista y me gustó el kirchnerismo de Néstor Kirchner y algunas cosas de Cristina, pero vengo a la Plaza a defender la Democracia, al peronismo y al proyecto nacional que engloba también a Cristina».
Las contradicciones en San Luis entre las expresiones kirchneristas y la conducción del frente oficialista que los contiene y que ahora intenta despegarse del kirchnerismo están quedando en evidencia con nitidez.
Por caso, la concejal Daniela Serrano intentó presentar un proyecto para denunciar persecución y repudiar el accionar de los jueces y la Justicia Federal, pero sus jefes políticos le dijeron que no.
Las palabras de Inti Sosa, de la Juventud Peronista Feminista Federal y Revolucionaria.
