Leche en mal estado

13 de junio de 2021
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El Plan Lácteo se anunció hace exactamente cuatro años. Prometía producir leche para los chicos puntanos y los jubilados. Se compraron máquinas, pero nunca se materializó. Hoy, con 7 de cada 10 niños puntanos en la pobreza, hubiera sido muy valioso. Fue solo un anuncio, quedó en la nada.

Junio de 2017. Rodríguez Saá presenta formalmente el Plan Lácteos San Luis.
  1. La idea.
    El 5 de junio de 2017, el Gobernador de la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá presentó el plan Lácteos San Luis que se inició con la firma de un convenio entre el Gobierno provincial, una industria láctea puntana y cuatro tamberos de San Luis, para integrar una “sociedad de economía mixta”.
    Con una inversión estatal de $41 millones se anunció que se pondría en marcha, en una fábrica recuperada de San Luis, una usina láctea que comenzaría a elaborar en cien días leche ultra pasteurizada en sachet y en tetrapack. También, elaborarían en envases individuales y con envases larga vida, la copa de leche para más de 68 mil chicos de toda la provincia.
    Esas gestiones iniciales fueron llevadas a cabo por el entonces ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, reemplazado dos meses después del anuncio oficial.
  2. La empresa.
    El Plan Lácteos San Luis buscaría industrializar la leche producida en los tambos locales. El Gobierno construiría una planta de industrialización recuperando un terreno y una fábrica abandonada, ubicada en el Parque Industrial Sur.
    Para ello comprarían dos máquinas, una para el ensachetado y otra para envasado con sistema tetrapack con capacidad para procesar 20.000 litros diarios.
    Esta empresa funcionaría integrada con el Estado, con capacidad de veto, y el sector privado. La inversión de la Provincia sería de $41 millones.
  3. Los destinatarios de la leche.
    Los niños y los jubilados serían los principales destinatarios de esa leche.
    Se utilizarían envases larga vida individuales, de 220 centímetros cúbicos y fortificada con vitaminas y minerales, para los 68.000 niños en edad escolar incluidos en la Copa de Leche que proporcionaba a diario el Estado en las 327 escuelas de la provincia, y también para los jubilados.
    Produciría leche homogeneizada y ultra-pasteurizada, que comenzaría a venderse en cien días y una variante chocolatada en envase individual, que se entregaría en el ciclo lectivo del año por venir.
    Además, en 130 días estaba previsto elaborar dulce de leche, crema, ricota, quesos y yogur.
  4. Un cambio de planes.
    Dos meses después, el 17 de agosto de 2017, asumía Sergio Freixes como nuevo ministro de Campo y Medio Ambiente y prometía volver a la carga con un fuerte impulso al plan: con una inversión millonaria, se compraron y montaron todas las maquinarias, pero el desarrollo se frenó porque el predio elegido resultó ser el de una antigua fábrica de pinturas (Cintoplom), que las elaboraba sus productos en base a plomo.
    Un estudio del predio arrojó gran contenido de plomo no sólo en todo el terreno, sino también en las paredes, una situación de altísimo riesgo de contaminación. Además, la planta láctea se montó en una zona del parque industrial rodeada de fábricas químicas. Pese a ese obstáculo que se podía salvar con el cambio de lugar para el desarrollo del proyecto, no hubo intención de localizarlo en otro lugar. Y se fueron perdiendo los compromisos del sector privado que estaban entusiasmados con sumar su producción al proyecto inicial.
  5. La leche se cortó.
    La inversión inicial equivalía por entonces a 8,2 millones de dólares, al valor de hoy son más de 770 millones de pesos. La última palabra fue del Gobernador Rodríguez Saá en la apertura de sesiones legislativas del año 2018. Ese día dijo: «Durante el presente año lanzaremos el Plan Lácteo, proyecto que verá la luz a partir de la inauguración de la usina láctea duplicando la capacidad productiva actual llevándola a 40 mil litros diarios».
    Nunca se informó oficialmente que el proyecto se había parado. Simplemente los funcionarios dejaron enfriar el tema. Y ya nadie más habló oficialmente del Plan Lácteos San Luis.
    Las versiones indican que ya no quedan ni las máquinas que se compraron. Y el predio de la ex fábrica parece eso, el predio de una ex fábrica.
    «…No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió» cantaba Sabina.
Así se presentaba el Plan Lácteo de San Luis en los diarios argentinos.

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