18 de septiembre de 2021

Las claves del triunfo de Poggi

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El triunfo del Frente Unidos por San Luis, y liderado por el partido Avanzar que preside y candidateó a Claudio Poggi en las elecciones PASO del domingo pasado fue una construcción que merece una lectura con algunos pormenores.

En primer lugar, ya en los congresos previos de Avanzar se avizoraba la voluntad de varios dirigentes de ese partido por echar las cartas en solitario, cuando entre sus aliados electorales se hablaba de la posibilidad de una interna.

La idea de que la elección PASO funcionase como un ordenador de la oposición salió como soñaban algunos dirigentes de Avanzar, convencidos de que la UCR estaba sobrevalorada en la representación que obtenían sus dirigentes dentro del frente electoral.

Los resultados fueron contundentes. Avanzar -Unidos por San Luis- le sacó más de 40 puntos al tercero, la UCR, su ex aliado. Aventajó por 44 puntos a Johana Gómez del Frente de Izquierda, en las antípodas ideológicas pero oposición al fin de cuentas. Sometió con 44 puntos de diferencia el partido Todos Unidos que presentó como candidato al ex intendente de San Luis, Alfonso Vergés. Y lo mismo hizo, con 45 puntos de diferencia a otro ex integrante de ese espacio opositor, Joaquín Mansilla de Libres del Sur que hizo campaña de la mano de otro ex intendente puntano, Enrique Ponce, y que no pasó el corte del 1.5% de los votos.

En segundo lugar, cosechó auspiciosos apoyos nacionales de la mano de quien se ha consolidado rápidamente como el líder opositor nacional al kirchnerismo, el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

También la presidenta del PRO, Patricia Bullrich jugó su apuesta respaldando la candidatura de Poggi. De hecho visitó San Luis, se mostró públicamente con los candidatos puntanos y brindó una conferencia de prensa junto a ellos. También en los medios nacionales se encargó de presentar a Poggi como la carta de triunfo opositora en San Luis.

En tercer lugar, desde lo comunicacional fue muy meritorio su entendimiento para nacionalizar la elección. Antes que nadie comprendió ese fenómeno que algunos aún no parecen haber siquiera advertido.

En cuarto lugar, fue el Frente político que más caminó las calles de la provincia de San Luis. Si bien la disparidad de recursos con el oficialismo es notoria, sus candidatos estuvieron en contacto cara a cara con los vecinos, en esta primera etapa, en aquellos distritos en los que se concentra el 80 por ciento del electorado. No así el oficialismo que decidió repetir la estrategia de 2019 con actos “implantados en el terreno”, puestas en escena que casi incluyeron hasta a los extras aplaudidores. Una excepción en el oficialismo fue el movimiento que desplego Eduardo Mones Ruiz, aún desde mucho antes de ser candidato.

Un quinto factor de análisis va de la mano de ese recorrido en el territorio. Poggi cuenta en Pueyrredón con dirigentes que hacen diferencia: el diputado Gastón Hissa, que nunca abandonó su trabajo en los barrios de la ciudad de San Luis; y el intendente Martín Olivero, que lidera una gestión municipal sin fisuras y que ha sido ponderada por los logros obtenidos a partir de su buena relación institucional tanto con la Provincia como con la Nación, pese a su pertenencia a otro espacio político.

Un sexto detalle que posiblemente no haya pasado desapercibido para la sociedad: el Frente Unidos por San Luis fue el que tuvo el discurso más opositor al oficialismo provincial caracterizado como kirchnerismo a la puntana.

Uno más, que llega a último momento, en forma inesperada. El escándalo que rodea al Frente de Todos a nivel nacional y que regala un escándalo sin precedentes y a la vista de todos los argentinos, y que tiene sus consecuencias o daños colaterales a nivel local aún cuando el Gobernador Alberto Rodríguez Saá haya ordenado esta semana “cercar la Provincia, no atender los teléfonos de funcionarios nacionales -hay visitas que se suspendieron- y mandar a cerrar la boca de sus funcionarios”, de por sí mudos. El famoso proceso de des-kichnerización está en marcha, aún cuando este sábado acompañó por razones políticas e institucionales al presidente Alberto Fernández en La Rioja.

Viento a favor para Poggi, suma de aciertos propios y de errores ajenos lo pusieron en la pole position para el 14 de noviembre.

Tiene ahora el mayor desafío de todos los actores políticos que participaron de la elección del domingo pasado: en su caso, volver a ganar en ocho domingos, ocho semanas que para algunos pasarán rapidísimas, y para otros serán como una eternidad.

Poggi y su entorno no quieren repetir la frustrante experiencia del 2017 cuando el peronismo revirtió una elección que ya parecía perdida.

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