La hermana de Magalí Morales: “No respetaron a mi hermana viva, ni la respetan muerta”.

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10 de octubre de 2022

“Si Mazzina le sirve al presidente Fernández buenísimo. Pero ella nunca tuvo contacto con nosotros. Nunca mencionó a Magalí”.

El textual le pertenece a Celeste Morales, hermana de Florencia Magalí Morales, la joven que apareció muerta en una celda de la Comisaría 25° de Santa Rosa del Conlara, en relación a la designación de Ayelén Mazzina como ministra de la Mujer.

“Qué va a poder hacer con los casos nacionales, si no pudo resolver algo chico como lo de nuestra provincia. Tal vez esto haga que el caso de mi hermana se conozca más, porque la verdad es que, sin la presencia de la prensa, el caso se hubiese archivado” le aseguró Celeste a DePolítica.

Es que las redes sociales, en particular Twitter, explotaron con publicaciones recriminándole a la nueva ministra de la Mujer del Gobierno nacional, su silencio como secretaria de la Mujer de la provincia de San Luis ante el crimen de Florencia Magalí Morales, la joven que murió en una celda en una comisaría de Santa Rosa del Conlara, al norte de la provincia de San Luis, durante el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio que dispuso el Gobierno durante la pandemia.

Era el cinco de abril de 2020 cuando Magalí de 39 años fue detenida por la Policía puntana por violar la cuarentena. El Gobernador Rodríguez Saá había dispuesto que la circulación quedase restringida según el número de terminación del DNI, pares o impares.

Magalí había salido en bicicleta a comprar comida para sus hijos y nietos (ahora de 6, 10 y 14 años), un día prohibido según esa disposición.

Así fue que quedó detenida, incomunicada y alojada en una celda de la Comisaría 25° de Santa Rosa del Conlara, por violación del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio, procedimiento que se efectuó sin mediar ninguna orden judicial.

Fue llevada hasta el hospital de esa localidad en donde la revisó un médico que constató que se encontraba en perfecto estado de salud y sin ningún tipo de lesión en ninguna parte de su cuerpo.

Sin embargo, pocas horas después apareció ahorcada con el cordón de su buzo, en su celda, y la Policía de guardia insistió que se trató de un suicidio.

Luego las pericias y una segunda autopsia determinaron que la joven murió estrangulada y que incluso le faltaban músculos, una arteria y un hueso -se supone que fue para ocultar su asesinato.

Los abogados de su familia pidieron que el caso se investigara bajo la carátula de Femicidio, pero según relata Celeste no hay cambios sustanciales: “los policías involucrados siguen cobrando la mitad de su sueldo, la causa sigue paralizada y su carátula sólo pasó de “Suicidio a Averiguación de muerte”.

“Ni ayuda sicológica, ni ningún tipo de ayuda nos brindó la Secretaría. Sólo recibimos algún par de llamadas en tantos meses. Todos han querido cerrar la causa. Imaginate que los mismos acusados son los que investigaban al comienzo el caso” cuenta Celeste, hoy a cargo de los tres chicos.

Mazzina había asegurado que su secretaría -Mujer, Diversidad e Igualdad- “siempre monitoreó el avance de la investigación judicial” y que incluso ella “mandó un informe al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación” desde donde le consultaron sobre el caso.

Sin embargo, siempre se le reclamó por la falta de un mensaje contundente en relación a la muerte de Magalí, lo que dejó instalada la idea de una manifiesta parcialidad de la secretaria de la Mujer según quién fuera el denunciado.

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