Finalmente ayer sábado se publicó en el Boletín Oficial el decreto 303/2021 de convocatoria a elecciones PASO y generales, con la firma del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete Santiago Cafiero y del ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro.
De esta manera, el Gobierno ha formalizado la convocatoria a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para el 8 de agosto y las general para el 24 de octubre, dando cumplimiento a lo establecido en el Código Electoral Nacional, aún cuando muy posiblemente esas fechas se modifiquen fruto de los acuerdos celebrados entre los dirigentes del oficialismo y la oposición y que se formalizará con su tratamiento en el Congreso de la Nación en los próximos días.
Luego de esas reuniones todo parece encaminarse para aprobar con fuerza de Ley la postergación de las elecciones PASO del 8 de agosto al 12 de setiembre, y también las elecciones generales del 24 de octubre al 14 de noviembre.
Sobre ese acuerdo, -la postergación de las elecciones por el cuadro epidemiológico que impone el Coronavirus- trabajaron el ministro del Interior, Wado de Pedro y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con los jefes de bancada de todos los bloques del recinto.
«Se habló de una postergación consensuada, y hasta hubo en danza una idea de postergar sólo las PASO -no sólo esta vez-, opción que fue informalmente consultada ante la Cámara Electoral que la desaconsejó, al considerar que se requiere de 60 días entre una elección y otra para poder realizar con normalidad los escrutinios y considerar impugnaciones y otros detalles del proceso electoral» le aseguró una fuente legislativa a esta página.
El borrador que presentó el Gobierno fue el texto que aprobó Juntos por el Cambio con la condición de que hubiera un compromiso político para que este fuera el único aplazamiento, asegurando la realización de las PASO.
Qué significará esto en San Luis y para los espacios y los candidatos que participarán de esa disputa tarde o temprano.
En verdad cualquier modificación de ese escenario no implica inconveniente alguno para el Justicialismo que siempre define candidatos por lista de unidad. Así será también este año.
En cambio, tanto las PASO como hasta la hipotética in extremis posibilidad de suspensión definitiva de las PASO, para el frente Juntos por el Cambio implica la necesidad de sentarse en una mesa a dialogar.
Si bien en ese frente todos admiten que el actual senador nacional Claudio Poggi es el dirigente que mejor mide en la consideración provincial, un sector del radicalismo quiere -al menos- manteder lo que tiene: un diputado nacional, y otros cargos legislativos provinciales y municipales.
Un dato sobre los socios mayoritarios de ese frente opositor: ambos tienen buenos representantes en el manejo de las intendencias como es el caso de Martín Olivero en La Punta, de Avanzar; y Juan Alvarez Pinto en Merlo, de la Unión Cívica Radical.
Pero demos un paso más hacia el interior de esas estructuras.
En las charlas previas de Avanzar pareciera ganar fuerza una idea. Es la que sostiene un sector mayoritario del partido que prefiere que la elección legislativa del 2021 funcione como una gran interna de cara a la batalla electoral del 2023. Esto implicaría aceptar el desafío de dar la batalla electoral con su propio candidato -prácticamente descuentan que sería Claudio Poggi- y que salga victorioso, como el candidato más votado de entre todos los espacios opositores.
En el otro espacio del frente opositor, el mundo radical, hay dos posturas:
- Un grupo de dirigentes creen que hay que seguir fortaleciendo el armado opositor reconociendo el liderazgo de Claudio Poggi, a quien acompañarían en esta elección.
2 El otro sector prefiere jugar la individual con la histórica Lista 3 y apostar por sus propios nombres. Aunque lo disimulen y cuestionen el liderazgo opositor del ex gobernador, los atemoriza la posibilidad de quedar en tercer lugar, relegados y golpeados por el fenómeno de polarización que se prevé.