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Dos lecturas se pueden hacer de lo que resultó el homenaje que la Agrupación Lealtad Peronista por San Luis pretendió realizarle a Adolfo Rodríguez Sáa al cumplirse, el 27 de julio pasado, el 50 aniversario de su nombramiento como Apoderado del PJ de la provincia de San Luis, por parte del histórico dirigente don Sinibaldo Franco, más allá del tiempo transcurrido desde aquel suceso.
En la primera de esas miradas sobresale el destrato que la conducción del peronismo puntano, que ancla sus decisiones políticas a la voluntad de Terrazas del Portezuelo, le da a Adolfo Rodríguez Saá.
Ni siquiera les abrieron las puertas de la sede y el acto tuvo que hacerse en la vereda de la histórica sede justicialista de calle Bolívar.
Como si hubiese un intento de borrar la historia del peronismo y, en particular, todo lo que lleve la marca de Adolfo Rodríguez Saá. Allí afuera entonces quedó la placa en su homenaje.
La segunda lectura surge de la muy escasa convocatoria dirigencial que lograron los organizadores, lo que termina convirtiendo al acto en una suerte de arrebato de emocionalidad que no favorece a nadie, por lo contrario.
La Agrupación Lealtad Peronista por San Luis reclama por su regreso a la casa matriz del peronismo, sin embargo, en Todos Unidos, el espacio político que le da institucionalidad a ese grupo de dirigentes, no hubo ni hay consenso sobre ese retorno.
En su obstinación no dejan de ver cuántas señalas ya les ha enviado Terrazas del Portezuelo: no los quiere.
Un detalle que DePolítica no puede dejar de señalar fue la ausencia de dos ex intendentes de San Luis que sí estuvieron en cambio en las puertas del PJ en Héroes de Malvinas en la movilización del domingo Primero de Mayo.
Dos meses después, ni Enrique Ponce, ni Alfonso Vergés participaron.
