La elección del próximo domingo dejará cuatro definiciones tajantes que deberán estar presentes en cualquier análisis que se practique del nuevo escenario político post 14 de noviembre.
La primera, si se permite una generalización, es no hay más kirchnerismo en San Luis.
Los dirigentes que levantaron las banderas de Néstor Kirchner en sus distintas variantes hoy están absorbidos en la estructura de Terrazas del Portezuelo y desde el propio gobierno se ensayará un fuerte proceso de “deskirchnerización”.
No le será fácil al gobierno puntano imponer ese relato, en tanto declara en un sentido, pero actúa en otro, muy vinculado al gobierno nacional. Como un kirchnerismo vergonzante. La excepción en San Luis es la del Movimiento Evita, con Daniel Sosa a la cabeza, quien en todo momento se reivindica kirchnerista y hoy integra el armado del Frente Nuevo.
La reconstrucción de la UCR.
La Unión Cívica Radical deberá reconstruirse desde las cenizas.
Hará la peor elección de la historia desde el retorno de la democracia y eso obligará a sus dirigentes a hacer una profunda autocrítica y oxigenar la conducción partidaria con renuncias, si es que en realidad desean ser una alternativa al oficialismo provincial. Ya a raíz del resultado de las PASO hubo cuestionamientos internos.
Con la actual configuración partidaria y a la luz de los resultados del próximo domingo, la UCR no es opción para el electorado que busca una representación opositora.
Un inexpresivo «Todos Unidos».
El muy mal debut de Todos Unidos. La nueva estructura partidaria quedará aplastada por el fenómeno de polarización. No alcanza con que sus dirigentes hablen de las bondades del «modelo San Luis». Claramente no lograron construir un armado político que trascienda sus buenas intenciones.
No supieron, no pudieron o no quisieron entender esta nueva realidad que plantea el escenario político provincial.
La consolidación de Poggi como el líder opositor.
El próximo domingo quedará consolidado Claudio Poggi como el referente opositor indiscutido en la política de San Luis.
A los ojos del electorado será el único en condiciones de representar una real oposición política a Rodríguez Saá con los votos en la mano. Su capacidad para gestionar un armado final de cara a la batalla electoral de 2023 está por verse, pero el domingo será el único opositor que tiene los votos.
