Lo que está a la vista no es nuevo. Ya se vio en 2015, en 2017 y en 2019 luego de las elecciones. Se trata de un paquete de medidas, que instrumentan los gobiernos luego de sus fracasos electorales, de emergencia, y con el que buscan incentivar el consumo y reactivar la economía.
Pareciera que sólo los reveses electorales le hacen entender a los gobernantes que la principal preocupación de los votantes es la economía.
Ese es el eje que atraviesa el informe semanal que ya leyeron los gerentes de los bancos puntanos luego de las elecciones PASO 2021 del pasado 12 de setiembre.
La mayoría de las medidas –fundamentalmente dispuestas por el Gobierno nacional y algunas de las cuales no se han materializado todavía- estarán orientadas a intentar recuperar algo del poder adquisitivo de los sectores vulnerables y de la clase media, golpeados con una inflación que supera el 50% anual.
El Gobierno nacional ya cuenta entre sus logros una reactivación del comercio (+20,4) y de la construcción (+16,7%). En tanto la expectativa está puesta en que, con relajamiento de las restricciones, la mejora en el status sanitario, algunos nuevos ingresos en las economías familiares y el “empujón” de la mano de algunas políticas nacionales haya una mejora concreta en la actividad comercial.