24 de enero de 2023

A 26 años del asesinato de Cabezas: «La investigación periodística y la crítica al poder es una actividad de riesgo»

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José Luis Cabezas. A 26 años de su asesinato, el compromiso de más y mejor periodismo.

El Foro de Periodismo Argentino emitió un documento al cumplirse este 25 de enero, 26 años del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, en el que ratifica su «compromiso de trabajar para mejorar las condiciones para el ejercicio del periodismo en cada región del país».

El documento refiere a un fenómeno que se vive «en varias provincias, donde la investigación periodística y la crítica al poder –sea éste institucional, político, económico, sindical o relacionado con el crimen organizado- es una actividad de riesgo que no cuenta siquiera con el amparo de la Justicia ni el compromiso solidario de la ciudadanía».

Según un reporte del propio Foro que se conoció en 2022 y que resume la situación nacional, la provincia de San Luis es el quinto distrito con más ataques a la libertad de expresión. Precarización laboral, una fuerte dependencia publicitaria de los medios a la pauta oficial concentrada por el Gobierno e inexistencia de mecanismos que faciliten el acceso a la información pública fueron señalados en relación al ejercicio periodístico en la provincia de San Luis.

Las presiones contra el trabajo de los periodistas en San Luis han tenido repercusión nacional. En 2020 el Superior Tribunal de Justicia llegó a condenar a un periodista que informó sobre el caso de una ministra del gobernador Alberto Rodríguez Saá que se filmó drogada, condena que dos años después fue anulada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ordenó dejar sin efecto ese fallo.

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A continuación el comunicado de FOPEA.

 

A 26 años del asesinato de José Luis Cabezas. Por más y mejor periodismo.

El asesinato de José Luis Cabezas fue el más cruel ataque a la libertad de expresión y a la actividad periodística desde que la Argentina recuperó la democracia, y marcó de manera indeleble la memoria de la profesión aquel triste enero de 1997.

A 26 años de ese crimen atroz, el Foro de Periodismo Argentino reitera su compromiso de trabajar para mejorar las condiciones para el ejercicio del periodismo en cada rincón del país. Sabemos que los riesgos son hoy incontables en lo que se refiere a presiones económicas, agresiones físicas y demandas legales, acciones todas que buscan callar a los periodistas y a aquellos medios que se atreven a revelar lo que se pacta en los sótanos del poder en todas sus formas.

Los ataques directos y las amenazas que tienen como destinatarios a periodistas y medios en la ciudad de Rosario marcan el nivel máximo de alerta y nos comprometen a estar allí presentes junto a los colegas, con acciones y gestiones, a fin de que los poderes públicos garanticen condiciones seguras de trabajo profesional al mismo tiempo que esclarecimiento y castigo de los hechos que atentan contra la libertad de expresión.

Aun así, sabemos que Rosario es sólo la cara más expuesta de un fenómeno que se manifiesta también en el conurbano bonaerense y en varias provincias, donde la investigación periodística y la crítica al poder –sea éste institucional, político, económico, sindical o relacionado con el crimen organizado- es una actividad de riesgo que no cuenta siquiera con el amparo de la Justicia ni el compromiso solidario de la ciudadanía.

Recordar a José Luis Cabezas es también mantener activa la memoria de que la violencia puede quebrarnos como sociedad, como lo muestran tristes experiencias de otros países de América Latina, donde el crimen organizado golpea sobre los pilares democráticos, entre ellos la libertad de expresión. La reacción del periodismo en la Argentina, tras el crimen de Cabezas, nos aporta también como experiencia la necesidad de renovar los reclamos de justicia para evitar que se consolide uno de los peores males: naturalizar la violencia.

Hoy estamos ante problemas nuevos, como son las amenazas y atentados del crimen organizado contra los medios y los periodistas, episodios que lograron rompieron límites difíciles de imaginar. Debemos reaccionar para defender la libertad de expresión y la integridad de los periodistas con nuevas estrategias para garantizar que los colegas puedan contar historias que la sociedad necesita conocer. De lo contrario será una derrota.

Estamos convencidos de que un periodismo verdaderamente libre y sin ataduras es esencial para fortalecer la democracia. La capacitación permanente, la unidad en la defensa de la profesión y el compromiso con la libertad de expresión como derecho ciudadano nos guían en esa tarea.

Por más y mejor periodismo. No nos olvidamos de Cabezas.

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