Daniel Poder
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Claudio Poggi formuló la declaración política de la semana al reconocer a Alberto Rodríguez Saá como el principal opositor al gobierno de la provincia de San Luis.
“Sí, por supuesto; el principal opositor que tiene el gobierno de San Luis es Alberto Rodríguez Saá” dijo Poggi en un contacto con la prensa, durante una actividad que compartió en la ciudad capital, junto al intendente Gastón Hissa.
Poggi consideró perverso el accionar del ex gobernador porque le hizo perder la independencia económica y la soberanía política a la provincia de San Luis.
Si a esto le sumamos que dejó a 7 de cada 10 chicos en la pobreza, bingo, quemó la tercera bandera del Justicialismo: la justicia social.
Antes hay que decir que el ex gobernador -fundador del PUL, Compromiso Federal, Es Posible, entre otros espacios- habló en una radio porteña y se presentó como una suerte de Ramón Díaz de la política puntana, el ex DT de River que pasó a la historia por decir: “Yo no me fui a la B”.
Esa imagen usó Rodríguez Saá para despegarse de la derrota electoral de 2023. “Yo no perdí” la elección, dijo. Ergo, responsabiliza de esa derrota a los candidatos, a los dirigentes y militantes del justicialismo puntano.
“Yo estoy invicto” dice el ex gobernador -padre de la derrota, padre del rencor-, mientras envenena a la sociedad con noticias falsas desde su página web -el ex diario-, y despide personal pagando menos de lo que estipulan las leyes laborales que regulan los vínculos contractuales con esos trabajadores.
Por caso esta semana se conocieron numerosos despidos de empleados con muchos años de experiencia, gente muy valiosa, que se desempeñaban en distintas áreas. Se fueron masticando bronca, echados, sin cobrar lo que les correspondía.
Pero el pozo es aún más profundo. Y cuanto más profundo, más revelador.
A sólo nueve meses y diez días de dejar el Gobierno, Rodríguez Saá rumea una decisión que está al caer: el ex diario sólo se imprimirá un día a la semana. En eso piensa. Y opina que sobra gente.
La solución que propone es llamar a algún ex empleado para que le trabaje un solo día a la semana con la condición de que le facture por ese servicio.
El dato confirma su capacidad destructiva: lo que toca lo rompe. El Gobierno, el PJ, lo que quedaba de su diario. Y lo revela a él en su verdadera dimensión personal: para afuera se hacía llamar «el gobernador de los pobres», «el gobernador de la Inclusión»; mientras, para adentro, somete a sus empleados a la incertidumbre de no saber si ese será el último día de trabajo; y cuando los echa, los negrea.
Alcanzará con decir que esta semana, uno de esos sobrevivientes en la redacción, se descompensó y hubo temor por su salud.
Alberto Rodríguez Saá. Padre de la derrota, padre del rencor.
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Quien esta semana rompió cierto hermetismo y volvió a la escena desde las redes fue el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá.
Lo hizo para responderle al presidente Javier Milei, quien lo mencionó el domingo pasado durante su discurso de presentación del presupuesto 2025 en el Congreso de la Nación.
“…No puedo dejar de comentar que estamos hoy aquí, en esta misma casa donde en diciembre del año 2001 fue declarado y aplaudido durante la presidencia de Adolfo Rodríguez Saá, a casa llena y en medio de enorme algarabía el default de la Argentina. Ese default, que fue festejado y aplaudido de pie por la totalidad de la clase dirigente, sería el comienzo de un ciclo populista que ha destruido a la Argentina” le reprochó Milei.
A través de un video en TikTok Rodríguez Saá se mostró sorprendido por esa mención presidencial.
“Le debo decir que yo no declaré el default. No es cierto. La Argentina estaba en default y la Argentina continuó en default -argumenta. Lo que yo hice, y fue aplaudido por todo el Parlamento y el pueblo argentino, fue ante la gravedad de los hechos, suspendí el pago de la deuda externa”.
“Presidente, sería bueno que pudiéramos analizar, tal vez juntos, las otras medidas de gobierno que tomé, siendo presidente, y las medidas que tomé cuando yo goberné San Luis, desde 1983 al 2001, donde tomé una provincia pobre, dependiente toda su economía del Estado, y la transformé en una provincia industrial, en una provincia con una economía libre y competitiva, llena de realizaciones. Un éxito indiscutible. Presidente, continúe el camino, logre el éxito. Los argentinos queremos verlo exitoso, y yo también quiero verlo exitoso. Un abrazo enorme para usted” le dice en el cierre de ese video que circuló desde el lunes pasado.
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Harold Bridger, Javier Darnay, Roberto Quiroga, Doris Guevara y Hugo Murgo, son los nombres que figuran al pie de una nota de presentación de un nuevo espacio político integrado por dirigentes escindidos del adolfismo, llamado “Compromiso por San Luis”.
“Representa la esperanza de un cambio, la promesa de una nueva visión para el futuro. En el caso de “Compromiso por San Luis”, no solo anuncia su llegada, sino que también marca el inicio de un diálogo crucial sobre las necesidades y aspiraciones de la comunidad” dice el comunicado que circuló esta semana.
A juzgar por la procedencia de las firmas, queda en evidencia que la mayor fuga dirigencial que tuvo “Todos Unidos” se produjo en el departamento Pedernera.
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Fernando Gatica, Florencia Mendoza y Walter Damián Barroso, los dirigentes de ATE que encabezaron una violenta toma del edificio Municipal de la ciudad de San Luis en enero pasado, fueron imputado por la Justicia.
El fiscal de Instrucción N°1, Francisco Assat Alí fue quien formuló los cargos y acusó a esos dirigentes gremiales por daño calificado -por tratarse de bienes del Estado municipal-, en tanto el abogado de la Municipalidad de San Luis, Cristóbal Ibáñez, solicitó que también se los imputara por amenazas y resistencia a la autoridad.
El juez de Garantía, Juan Manuel Montiveros Chada, que no permitió el ingreso de la prensa a esa audiencia, abrió el plazo de Investigación Penal Preparatoria (IPP) sólo por el primer delito, es decir los daños calificados.
Afuera, unos treinta dirigentes kirchneristas y que responden a Alberto Rodríguez Saá, vivieron la citación judicial en un clima de algarabía y festejo, con bombos y lanzando bengalas verdes.
Esa presencia dirigencial se entendió como la expresión del enojo político por la última derrota electoral.
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Las tres universidades nacionales con sede en la provincia fueron, son y serán epicentro de hechos relevantes.
La Universidad Nacional de San Luis fue sede de la 109° Reunión de la Asociación Física Argentina, acontecimiento que nucleó a expertos de toda Iberoamérica, y de cuya apertura participó el Gobernador Claudio Poggi.
En esa jornada inaugural la UNSL distinguió con el Doctorado Honoris Causa, a Wilfred Tysoe, “por sus méritos excepcionales y especiales servicios a la Universidad en la enseñanza e investigación”.
Más allá del debate académico entre los expertos que participaron, la reunión abrió las puertas de la Universidad a charlas abiertas, con el objetivo de acerca la ciencia a la comunidad.
El rector anfitrión, y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, Víctor Moriñigo consideró que el mensaje “en todas estas jornadas de trabajo debe ser defender la ciencia argentina sin ponernos colorados ni sentirnos culpables. Nosotros no trabajamos del estado, trabajamos para el estado. Y creo que tenemos que tener la fuerte convicción que no hace falta crecer primero para distribuir y financiar la ciencia después, sino que es todo lo contrario, tenemos que hacer ciencia para poder crecer como país. Esa frase la tenemos que acuñar, defender y sostener”.
También la Universidad Nacional de Villa Mercedes entregó esta semana primer Doctorado Honoris Causa, en este caso al pedagogo español Miguel Ángel Santos Guerra, a propuesta del rector Marcelo Sosa.
Santos Guerra, doctor en Ciencias de la Educación es un prestigioso académico, catedrático y autor de más de cien libros y artículos sobre temas educativos.
Tras recibir la máxima distinción de la Universidad de Villa Mercedes, brindó una conferencia abierta a todo el público titulada “Elogio apasionado de la educación”.
Contó el rector Sosa que cuando Santos Guerra fue notificado de la distinción hizo un largo silencio del otro lado del telefóno.
“Él pidió disculpas, por el silencio, porque estaba tan emocionado que no podía hablar.. estaba sorprendido porque considera que su aporte ha sido siempre el de un maestro. ¿Y qué hace un maestro? Trata de que hagamos las cosas bien. Entonces, cuando le transmitimos este reconocimiento quedó gratamente sorprendido, porque que en la otra parte del mundo de un lugar tan lejano al lugar donde nació, que fue León, en el reino de España, que nosotros, en el corazón del país, como decimos en la UNViMe, nos hayamos detenido a mirar la figura de este pedagogo, quiere decir, que estamos centralizándonos en el foco de la universidad, que es la educación, que es la academia».
Mientras la Universidad Nacional de los Comechingones organiza un encuentro sobre Inteligencia Artificial para noviembre, esta semana tuvo una conferencia de vanguardia sobre la convergencia de ciencia y arte, con el reconocido artista e ingeniero Joaquín Fargas.
La semana próxima, además, la UNLC hará que Merlo sea epicentro de un congreso internacional (con disertantes de Latinoamérica) sobre incendios forestales y urbano forestales, justo en medio de una ola de desastres que ponen en vilo a San Luis y Córdoba.
La amplia agenda académica también tuvo un punto de debate muy enriquecedor este viernes, con una conferencia de la rectora Agustina Rodríguez Saá y el experto en vinculación tecnológica Oscar Galante, una figura muy reconocida del sistema universitario nacional.
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El embajador de Estados Unidos, Marc Stanley recibió un mensaje inesperado.
Fue en el mediodía de este viernes, en la Plaza Independencia, mientras contemplaba el monumento que recuerda al General San Martín.
Hasta allí llegó, previa autorización de la custodia que lo acompañó en San Luis con el rigor profesional correspondiente a un embajador de Estado Unidos, Santiago Rovera, colaborador de esta página y reconocido por su afición por la historia de la provincia y la política de San Luis.
De su boca salieron, con un profundo sentido de respeto pero con una convicción que aún le mantiene acelerado el corazón, las siguientes palabras: «Embajador, las Malvinas son argentinas«.
Se lo dijo luego de presentarse. «Soy Santiago Rovera, de Santa Rosa del Conlara, y vivo en San Luis«.
Traductora de por medio, aturdido por la emoción de decir esas palabras y con una cortina de viento en los oídos, Rovera alcanzó a comprender sólo parte de la respuesta que inmediatamente le devolvió el Embajador. Le dijo que había podido conocer y dialogar con varios ex combatientes de Malvinas argentinos.
Hubo foto del momento, tomada por la traductora que acompañaba a Stanley. Quedaron en el ambiente algunos otros interrogantes.
– Usted es el segundo embajador de Estados Unidos que viene a San Luis, le dijo Rovera.
Stanley se interesó por el dato, pero el nombre del primer embajador se escondió en la velocidad con que el momento ocurría en la cabeza de Rovera, que sólo atinó a decirle que no lo recordaba, pero que allí al frente estaba el Archivo Histórico, que es la memoria del pueblo de San Luis.
Sus primeras palabras al embajador Stanley no dejaban de resonarle en la cabeza, como si lo aturdieran, como si aún las estuviera diciendo: «Embajador, las Malvinas son argentinas«.
Bien dicho Santiago.
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