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La Casa Rosada definió que La Libertad Avanza no participará en las elecciones provinciales del próximo 11 de mayo en San Luis. La decisión, que fue comunicada en las últimas horas a los referentes locales del espacio, se basa en la falta de acuerdos entre los sectores que se identifican con el oficialismo nacional en la provincia.
El mensaje fue claro: sin unidad, no hay respaldo nacional. La orden llegó desde lo más alto de la estructura libertaria. Eduardo “Lule” Menem, principal operador político de Karina Milei, se lo transmitió personalmente al senador Bartolomé Abdala tras una extensa reunión en Balcarce 50. La disputa interna entre el espacio que responde al diputado nacional Carlos D’Alessandro y el sector encabezado por Rodolfo Negri, pareja de la senadora Ivana Arrascaeta, terminó por sellar la decisión de no intervenir en la contienda.
Así lo revelan medios nacionales que dan detalles de ese encuentro y ofrecen el contexto de la decisión que tomó Karina Milei.
El caso de San Luis expone con nitidez una tensión que atraviesa a La Libertad Avanza a nivel nacional: la puja entre los armadores políticos “territoriales”, como los Menem o Sebastián Pareja, y los estrategas vinculados al asesor presidencial Santiago Caputo. Mientras los primeros impulsan el despliegue de listas propias con identidad libertaria en todo el país, los segundos promueven una lógica pragmática, centrada en asegurar bancas en el Congreso aunque eso implique resignar protagonismo en elecciones locales.
El antecedente de Santa Fe, donde la dispersión del espacio dejó una imagen deslucida en las urnas, terminó de inclinar la balanza. Karina Milei instruyó al apoderado del partido, Santiago Viola, para que presentara un recurso judicial destinado a impedir el uso del sello LLA por parte de cualquiera de los dos sectores enfrentados en San Luis.
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