Víctor Moriñigo. Foto UNSL.

Moriñigo: del récord nocturno de platos en el Comedor Universitario a los voucher de Milei

Comenzar

El rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo habló sobre el impacto que causó la difusión en las redes sociales de un video que muestra al Comedor Universitario de San Luis explotado de alumnos y largas largas filas para cenar, en un tiempo marcado por la crisis que pega ¿más fuerte qué nunca? en la vida universitaria y en el que paradójicamente resulta más votado un candidato que plantea la implementación de voucher educativos que podrían restringir los fondos con que las universidades afrontan este tipo de servicios más allá de sus aulas.

A continuación, las reflexiones que compartió el rector en diálogo con la Primera Mañana de Cadena de Noticias.

 

– Causó sorpresa el video que muestra la cantidad de chicos que este martes cenaron en el Comedor Universitario de San Luis. ¿es habitual eso?, ¿qué lectura hacés?

– Mirá, fue un récord histórico de la universidad. Superamos las mil personas. Y la verdad es que para el turno de noche es todo un suceso, todo un número. Y nos llena de orgullo, nos pone muy contentos. Es un gran desafío para nosotros administrar como está la economía hoy, la presencia de casi cuatro mil chicos al mediodía y mil chicos en la noche. Y también nos da para reflexionar mucho de todo lo que está pasando y el valor también de la educación pública y el valor también de la administración del Estado de manera eficiente. Porque nosotros lo podemos hacer, lo podemos hacer muy bien, con mucho compromiso, con mucho cuidado, con mucha atención y también con mucha sobriedad para administrar fondos públicos que no le sobran a la universidad, pero hacemos todo el esfuerzo posible.

Así que es un mensaje para muchos que están desesperanzados y creen que todo lo que hace el Estado lo hace mal. Bueno, hay muchas cosas que hace bien y el comedor universitario es casi un sello y una marca de la universidad. Así que mi felicitación para los que están todos los días recibiendo a esos chicos de la mejor manera, que lo hacen con mucha calidad, con mucho amor y muy contentos de representar a esa universidad que es la que todos estamos orgullosos.

 

– Me llamó la atención que en el video estaban todos sonriendo mientras esperaban pese a lo largo de la fila. ¿Sabés que habrán comido anoche, cuál era el menú?

– Es el mismo menú aquí, en Villa Mercedes; tenemos dos comedores. No sé puntualmente, pero sí sé que lo que ellos hablan, de que los días que hay milanesa la cola llega hasta la calle Bolívar. Sé también que los chicos saben que el día donde se hace pizza, histórica la pizza del comedor, también es algo muy buscado. Ellos también tienen sus picos de rating, digamos, el comedor en función de las comidas que más o menos gustan. Pero bueno, todos los días, por ejemplo, se come carne. Para que la gente tenga una idea, todas las semanas las licitaciones de carne superan los 40, 50 millones de pesos por semana. Así que digo, la verdad que es todo un arte hacer de comer para tanta gente e invito a toda la gente que paga sus impuestos para mantener la universidad que vayan y vean lo que es una cocina industrial para tanta gente, con tanta calidad y tantos cuidados también. Cuidados nutricionales, cuidados de higiene. Así que realmente es un gran trabajo.

 

– ¿Cuánto sale comer el menú universitario?

– Bueno, hoy el menú sale 280 pesos y ayer anunciamos que el día viernes lo subimos a 350, porque después de la devaluación del Gobierno Nacional de hace un par de semanas y de lo difícil que es poder acceder a los insumos, vamos a ir a 350. La verdad que el costo directo de la comida que se pone en el plato, que es primer plato, segundo plato, pan y postre, es de unos 550 pesos. Y bueno, nosotros tratamos con el ticket de subvencionar lo que sea, que los chicos paguen lo que sea la mitad. Lo otro, por supuesto, lo costea la universidad, los costos fijos, los sueldos y todo lo que tiene que ver para que el plato llegue de la manera social que corresponde y colabora mucho con los chicos que estudian en la universidad.

Hace mucho tiempo solo comía la gente que venía de otras provincias. Ya desde hace un par de años lo están haciendo muchos puntanos. Y también tenemos un comedor, que le dicen el comedor Chico, al que van muchos profesores, docentes de la universidad, e incluso nuestros hijos cuando salen de la escuela normal pasan por allí, comen y después los padres los retiran y se vienen a su casa. Así que tiene todo una cuestión social muy importante. Y también nosotros, los empleados de la universidad, tenemos un sistema de sostenimiento solidario con nuestro sueldo, de un porcentaje de nuestro sueldo al comedor. Y la verdad que tiene altísima adhesión, tiene un 90 y pico por ciento de empleados de la universidad que sostienen eso. Porque bueno, todos hemos pasado en algún momento, hemos sido estudiantes de la universidad y la verdad que tiene un factor social y solidario muy importante.

 

– Son impactantes estos números de los que hablás. Pienso que si esto no fuese exclusivamente para los universitarios, tendrías a la ciudad de San Luis completa comiendo allí, me parece. Ahora bien, cambiando de tema se ha anunciado que el 8 de septiembre habrá un encuentro plenario de rectoras y rectores de universidades nacionales de todo el país, aquí en San Luis. Y entiendo que de alguna manera lo celebrás porque hace muchos años que no sucede en San Luis un encuentro de estas características, ¿es así?

– Bueno, el Consejo de Rectores y Rectoras Argentinos de 70 universidades públicas se reúne dos veces al año en plenarios ordinarios y generalmente son las sedes de los presidentes o las vicepresidencias. En este caso yo soy vicepresidente del Consejo. Y nos toca este plenario en el mes de septiembre. Y no viene aquí a San Luis de hace 16 años porque el último presidente del CIN fue el querido “Chango” Arias, que ya no está con nosotros, rector de la universidad, en el año 2007.

En ese momento el plenario lo hicimos en el hall del auditorio, pero eran 35 universidades nacionales. En 16 años se ha casi duplicado ese número. Y bueno, estamos muy contentos de recibir este plenario de rectores que genera previsibilidad y realiza documentos y sienta posición para distintos temas de carácter educativo, de carácter político, de carácter económico, para el sostenimiento de la educación pública en Argentina.

Vamos a tener rectores de universidades muy prestigiosas en la Argentina, como la Universidad de Córdoba, como la UBA, como la Plata, como Cuyo, Litoral, Rosario, Mar del Plata. Así que, bueno, de todas las universidades de Argentina. Y nosotros estamos muy contentos de poder recibirlos. Aquí se van a discutir cuestiones del presupuesto que está elaborando la Administración Central para el año 2024 y cita ahí las universidades cuánto va a ser el dinero necesario para funcionar.

También vamos a charlar sobre 7 puntos de metodologías de cambio de las universidades nacionales de Argentina, que tienen que ver con la virtualidad, con el sistema de créditos, con acortamiento de carreras, certificación de la calidad. Y también seguramente habrá algunas opiniones sobre todo lo que ha pasado pospaso en función a este ataque a la educación pública y a la investigación, que creo que tenemos que manejar de manera inteligente. Así que el plenario va a ser en la ciudad de La Punta, en el Hotel Epic. La verdad es que no tenemos en la universidad un salón para alojar a 70 personas en asamblea, más sus asesores; mejor dicho, sí tenemos, y es el comedor universitario pero no nos apareció que los chicos tienen que dejar de comer para que nosotros nos reunamos. Así que nos vamos a ir a ese hotel. He charlado con el intendente de La Punta, Martín Olivero que nos va a acompañar. Y por supuesto está invitado el gobernador. Todavía no tengo confirmación, pero es de estilo que los gobernantes de los lugares a donde vamos siempre han saludado al consejo y a todos los rectores y rectoras. Así que estamos muy contentos de que eso se lleve adelante y ojalá que exista alguna declaración que se llame declaración de San Luis y quede por muchos años. Ese es un gran honor para nosotros.

 

– Quiero conocer que opinás sobre la propuesta en materia de educación universitaria que ha hecho Javier Milei, el candidato que obtuvo más votos en las elecciones PASO, puntualmente con la posibilidad de generar una especie de vouchers. ¿Lo conoces al sistema? ¿Me lo explicás, por favor?

– Mirá, es muy difícil por ahí opinar sobre titulares, porque ha habido una estrategia muy clara de tirar titulares y después a los tres o cuatro días decir que se van a hacer a los 4, 6 u 8 años. Pero he tratado de estudiar la situación, de consultar. Tengo muchos amigos rectores chilenos. Y a nivel de educación superior, el único ejemplo que tenemos a mano es el de Chile. A nivel de escuelas, el único ejemplo que tenemos a mano es el tema de Nicaragua. No la Nicaragua de ahora, la Nicaragua que está pasando problemas, sino la Nicaragua de derecha de hace unos 15, 20 años. Y bueno, ninguno funcionó muy bien o ninguno tuvo final feliz.

Te cuento el de Chile, que es el universitario. Tenemos un sistema en donde las universidades compiten para que los chicos se inscriban. Que busca los talentos en los colegios secundarios. Y las universidades más grandes son las que captan a los mejores promedios de esos chicos. Es como si aquí en San Luis, por ejemplo, la Universidad Nacional de San Luis fuera a los colegios privados a hacer su promoción porque los chicos de mejores promedios son los que mejores pagan el Estado.

Lo que termina sucediendo es que chicos de altos recursos terminan yendo a la universidad pública y los chicos de bajos recursos terminan yendo a la universidad privada que sigue cobrando por eso. Además del voucher, termina cobrando.

Se termina haciendo una asimetría bastante extraña y bastante injusta. Y bueno, lo que sucede es que con ese voucher después uno certifica ante los ministerios de educación cuántos alumnos tiene y se le paga en función de esos estudiantes. ¿Qué es lo que sucede? Que hay mucha actividad extra universitaria que es imposible de financiar porque se empieza a ajustar la actividad. O sea, la extensión universitaria pasa a ser muy difícil de sostener, el comedor universitario pasa a ser muy difícil de sostener.

Ayer hablaba con un colega tuyo y le contaba que, por ejemplo, la universidad hace 20 años tiene un programa de adultos mayores pero muy potente, casi 500 abuelas y abuelos vienen a la universidad a generar actividad de lectura, de jardinería, de contención emocional, de cuestiones neuronales. Y no creo que les llegue el voucher a esas señoras de 80 y pico de años, digamos. Y bueno, y ahí aparece otro problema que es el tema de la investigación que hace la universidad dentro de los muros de la universidad junto al Conicet, que también empieza a tener problemas de financiamiento porque muchas veces no alcanza. Y lo que sucede también es que las universidades empiezan a direccionar las carreras a aquellas carreras que son masivas. Entonces se abandonan a aquellas carreras que tienen menos demanda a priori. Entonces imaginate que entre dar abogacía o dar biología molecular ustedes sabrán cuál es la opción que elige la universidad o aquellas carreras que son un poquito más caras de inversión para sostener por laboratorio o por ese tipo de cuestiones empieza a haber cada vez menos en el país y los chicos empiezan a emigrar de sus provincias a esos lugares. Es decir que es bastante complicado.

 

– ¿Es como si la universidad se rigiese por el espíritu de una empresa privada, digamos, que persiga la búsqueda de ganancia o de economía?.

– Claro, es como que empezás a tocar la canción que a toda la gente le gusta y no quiere decir que porque le gusta a toda la gente sea la mejor. Es como si no pudiera haber música clásica porque le gusta a pocos. Entonces es como si una radio pasara la música popular y no por ahí la música que tiene menos adhesiones, pero no por eso es mala, sino quizás es un poco más buscada.

Nosotros el día viernes, por ejemplo, en la Facultad de Ciencias Humanas inauguramos la primer carrera universitaria de San Luis de teatro, por ejemplo. Y bueno, no sé si se pudiese hacer con otro sistema de financiamiento de la educación. Pero te digo, te comento estos detalles sin entrar en temas técnicos porque entiendo que es lo que él ha anunciado… es muy difícil porque no hay un plan, no hay nada escrito. Son titulares que ha dicho en diez minutos en un canal de televisión y uno trata de salir a explicar de qué se trata.

 

– ¿Se parece en algo al modelo universitario de Estados Unidos?

– En Estados Unidos es mucho más franco porque en Estados Unidos se paga. Yo te estoy explicando un sistema de voucher en donde, como él dijo, la plata está, lo que hacemos es se la damos a la demanda, no a la oferta, dividimos la plata en la cantidad de chicos. También tengo que decirte que en Chile o en Estados Unidos también se paga. O sea, el voucher no cubre el 100% de la cuota, por lo tanto debe pagarse. Entonces lo que sucede es que el Estado termina financiando universidades privadas y hay una foto muy triste que es chicos y familias tomando créditos de los bancos. Que después son créditos que jamás se pagan y el chico queda endeudado en un sistema bancario para siempre y de vez en cuando el presidente chileno, por ejemplo, la gran política social que hace es perdonar o condonar la deuda de los chicos en los bancos.

Digo, realmente es un problema porque los padres al no tener, si tienen dos o tres chicos tienen que elegir cuál de ellos tres será el exitoso y a cuál le va a dar el enorme peso y responsabilidad de recibirse.

Hoy nosotros tenemos la linda oportunidad de que cada chico que tenemos puede elegir cualquier universidad en el país y pasa por un tema de vocación porque la universidad pública tiene un abanico muy prestigioso de calidad de carrera. Así que eso es una ventaja que creo que todavía nosotros no valoramos lo suficiente. Ojalá no lo perdamos para valorarlo de verdad.

 

– ¿Qué crees que hay detrás de la instrumentación de una iniciativa de estas características? ¿Desde qué lugar crees que lo está pensando él?

– Mirá, a mí me parece que contra todo pronóstico he aprendido de que acá no hay nada improvisado. Esto está pensado, esto está guionado, esto está asesorado con grandes pensadores de España con Vox, de Bolsonaro con Brasil. Yo creo que acá hay un aprovechamiento de un hartazgo y de un enojo el cual comprendo y de verdad lo digo que lo comprendo. Yo no combato a las personas que han votado a Milei sino que las entiendo porque la gente está muy enojada. No te voy a decir nada nuevo ni le voy a decir nada nuevo a las personas que están escuchando esto.

Ayer, por ejemplo, anteayer había una nota en un diario de aquí, de San Luis, sobre un ingeniero de la Universidad Nacional de San Luis que coloca paneles solares en el Chaco financiados por una ONG internacional que lo hace desde hace muchos años. Una gran, gran actividad. Debajo de los comentarios de esa noticia el 80% eran insultos a la universidad y al ingeniero. Y le preguntaban por qué no lo hacía en San Luis. Pero estaban muy enojados, la gente está enojada, en general está enojada. Que de paso déjame decirte que no lo hacemos en San Luis porque la ONG abre un registro de qué provincias quieren y advierten que es necesario poner esos paneles en lugares, digamos, con muchos problemas a la hora del acceso a la energía. San Luis no está inscripto, digo, esa es la única explicación, ¿no? Pero la gente está enojada.

La escuela normal, por ejemplo, hizo la marcha a Las Chacras, 50 años de historia, y cuando vos leías los comentarios de esa noticia tildaban a los chicos y a los maestros de vagos de que perdían un día de clase. O sea, no se salven ni los chicos en el insulto, ¿no? Menos nosotros que estamos gestionando algo público o cualquier persona que lleva adelante cualquier tarea de carácter público.

Entonces, ese enojo se canaliza en medidas disruptivas en donde hay que buscar un enemigo y ese enemigo hoy es lo público. Sería como lo que se vivió en el 89-90, que llevó a un Menem a llegar al poder diciendo que iba a ser salariazo y después pasó a una derecha neoliberal muy brusca. Esto es igual, pero no se está mintiendo de antemano. Acá lo que se está diciendo es vamos a ajustar al Estado, vamos a ajustar a todo lo que sucede que es ineficiente y, mágicamente, vamos a pasar a tener dólares en los bolsillos y nos va a ir fantástico. Eso no va a pasar, pero el problema es que parece que hay gente que está dispuesta a vivirlo y ese es el problema.

– Creo que es un tema que merece un desarrollo mucho más amplio y para el que será importante conocer con más detalle tu punto de vista en una edición dedicada exclusivamente al tema educativo. Por lo pronto nos enfocamos en este encuentro histórico de rector de universidades nacionales en San Luis. ¿Puede ser?

– Así es, y todo esto sucede en un aniversario de 40 años de democracia. Así que, evidentemente, la democracia solucionó muchos problemas, pero otros no y, bueno, creo que lo estamos pagando muy caro en cuestiones de defender la República y en cuestiones ciudadanas. Creo que es para reflexionar.

 

– No obstante, ¿crees que se abre una ventana también aquí en San Luis a partir del 10 de diciembre?

– Bueno, totalmente. Me parece que aquí el esfuerzo que se ha realizado a nivel político es que todo lo que Milei canalizó a nivel nacional aquí se pudo canalizar en una sola opción. Y me parece que eso es de valorar. O sea, todo ese enojo que existía a nivel nacional, a nivel provincial, se pudo capitalizar a través de una opción que fue una alternativa bien presentada, entiendo yo, y tuvo los frutos que tuvo en el 11 de junio. Entonces, me parece que es toda una reflexión para comprender y hago el análisis en función a nivel nacional de las peleas de la oposición o de los enojos de la oposición que hicieron crecer a esta tercera opción tan peligrosa para nuestra República.

 

– Lo entiendo como una ventana de oportunidades en el sentido de que el Estado provincial pueda aprovechar todo el conocimiento que se genera en la Universidad Nacional de San Luis.

– Sí, yo lo dije muchas veces. Nosotros no dialogamos con los gobiernos, dialogamos con el Estado provincial, gobierne quien lo gobierne, y para nosotros es un gran desafío este cambio de personalidades en el gobierno provincial, porque tenemos la obligación de seguir dialogando, de llevar a la mesa distintas soluciones que ellos creen convenientes, y así lo va a hacer la universidad por lo menos hasta el último día que yo esté en el rectorado de la universidad.

***

Dejá tu comentario