- Juana Koslay.
Finalmente, luego de un parate de varios meses, la obra de construcción de una nueva estación de servicios YPF con isla de servicios que jerarquizará la zona de la Rotonda Cruz de Piedra en Juana Koslay, parece liberada de las ataduras que le hizo le oficina de Medio Ambiente de la provincia y se ve un intenso movimiento de trabajadores.
Por su estratégica ubicación, el complejo aportará servicios indispensables no sólo para los vecinos de ese sector con toda su área de influencia –Potrero de los Funes, El Volcán, Juana Koslay, Los Puquios, Las Chacras y Portezuelo- sino que también será muy importante para el turismo: ese lugar es un paso ineludible para los atractivos de la zona de Estancia Grande, El Durazno, El Trapiche, La Florida, La Carolina y tantos otros.
Además de ser una importante generadora de mano de obra para su construcción, su habilitación demandará la generación de numerosos puestos de trabajo.
- El Volcán.
Los vecinos de El Volcán padecen la pésima calidad de los servicios que brindan las empresas de telefonía, que pareciera que no hacen las inversiones necesarias para garantizar comunicaciones fluidas. Cualquier llamado de los vecinos de esa localidad turística se traduce en vanos intentos de comunicación cuando no por línea telefónica común, en ruidosa e incómodas llamadas a través del servicio de datos o wifi.
Lo cierto que es la oficina de Medio Ambiente provincial paralizó la instalación de una nueva antena que brindaría un servicio indispensable para la calidad de vida y el desarrollo turístico de esa localidad, con argumentos que parecen irrisorios en el 2021.
La colocación de antenas de esa magnitud son una realidad en todo el mundo, como también los estándares que garantizan que el servicio –a través de las frecuencias que se irradian- no es nocivo para los ciudadanos.
En ambos casos, Juana Koslay y El Volcán, las medidas significan atrasos temporales, importantes pérdidas en una economía absolutamente volátil, e incomodidad para los usuarios y vecinos.
- San Francisco.
Un verdadero basural a cielo abierto preocupa a los vecinos de esa localidad turística y contrasta con el imponente paisaje de las Sierras Centrales puntanas, a la vez que se ha convertido en un importante foco de contaminación.
El reclamo vecinal le cabe tanto al intendente de esa localidad, Jeremías Vivas como a las autoridades de la oficina medioambiental de la provincia. La existencia de un basural a cielo abierto parece una idea que muchos creíamos desterrada desde hace tiempo. En ella converge la desaprensión de quienes arrojan esa basura y la falta de control de los responsables de la gestión de gobierno.