Si alguien está satisfecho con el resultado que logró la Comisión de Análisis del Sistema Electoral y Protocolo de Traspaso de mando, es el vicegobernador Ricardo Endeiza, quien lideró ese trabajo que concluyó en la redacción de un informe cuyas sugerencias ya están en manos del gobernador Claudio Poggi para su consideración y la redacción de un proyecto de ley.
Fue unánime el dictamen de esa comisión que integraron dirigentes políticos de todos los espacios, diputados y senadores, funcionarios del Ejecutivo, autoridades de la Justicia Electoral y que se enriqueció con ponencias de profesionales que compartieron sus experiencias. Y en esa unanimidad radica buena parte de esa satisfacción de Endeiza.
“¿Qué es lo que yo siento? Que en esta época de tantas grietas y tantos gritos, hemos podido durante casi un mes y medio estar reuniéndonos los partidos del oficialismo y la oposición, charlando seriamente, intercambiando ideas. Y hemos coincidido en la necesidad de modificar el régimen electoral e incluso en cómo hacerlo. Y hemos presentado un informe que fue aprobado por unanimidad, firmado por todos y sin ninguna mezquindad, eso es muy interesante” le dijo el Vicegobernador a DePolítica.
¿A qué conclusiones se arribaron? En primer lugar, a la necesidad de eliminar la ley de lemas, el cuestionado sistema que implementó el ex gobernador para intentar favorecer a sus candidatos.
En segundo lugar y no menos importante, la decisión de utilizar en la próxima elección la boleta única papel. “Favorece la democratización, elimina la posibilidad de voto cadena, elimina la posibilidad de los votos marcados, de la presión… a la vez elimina la contaminación, reduce el gasto y elimina toda la locura que tuvimos el año pasado, cuando los ciudadanos tuvieron que encontrarse con ese maremágnum de alrededor de doscientas boletas en los cuartos oscuros” sintetiza Endeiza.
En tercer lugar, la ratificación del respeto por la paridad de género, pero sin que eso signifique violentar la voluntad popular expresada en las urnas. Para ello se respetará esa paridad hasta el momento de la oficialización de las listas.
Quedará para otro momento avanzar en el protocolo de traspaso de mando, una herramienta que evitará en el futuro repetir la traumática experiencia vivida en 2023 luego de que el ex gobernador se negara a informar a su sucesor el verdadero cuadro de situación del Estado. Ese capricho afectó directamente a la ciudadanía.
De estos cambios, que hacen al fortalecimiento institucional -uno de los cuatro ejes de la actual administración- al modernizar y transparentar las herramientas democráticas que usarán los ciudadanos para elegir a sus gobernantes había hablado el propio Poggi en su discurso de asunción en el mando el 10 de diciembre de 2023.
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El dirigente gremial judicial, Luciano Cardarelli, que no quiere exámenes toxicológicos para los jueces y funcionarios judiciales, agredió la inteligencia de la sociedad de San Luis esta semana al asegurar que los videos de fiestas en la Unidad de Abordaje Fiscal fueron generados por inteligencia artificial por los medios que dieron esa información.
Si esas imágenes llegaron a los medios es porque antes fueron compartidas por sus propios actores en sus redes sociales sin conciencia de lo que implicaba esa conducta. Esa falta de entendimiento puede revelar -en el mejor de los casos- que no todos leen al mismo tiempo el cambio de época y el cambio cultural que opera en la sociedad.
Sin ponerse colorado, Cardarelli repitió esa falacia veinticuatro horas después de que el propio Procurador General de la provincia, Luis Martínez lo admitiera públicamente, al señalar que habló con el personal y los funcionarios de esa oficina judicial y que le habían reconocido que las fiestas eran parte de una estrategia anti estrés que realizaban cada semana. “Un rito sanador” llegó a decir Martínez.
Sanadoras o no, las fotos y los videos de las fiestas fueron compartidos por los propios trabajadores en sus redes sociales a la voz de: «Si hay foto, hay video».
Con más responsabilidad tomó el tema el juez del Superior Tribunal, Guillermo L´Huillier que dijo que el responsable y quien debía tomar las medidas correspondientes es el Procurador Martínez porque esa oficina pertenece a su órbita.
También el presidente del Colegio de Abogados y Procuradores de San Luis, Gabriel Alessandro lo puso en términos correctos y en pocas palabras: “Me pongo en el lugar de un ciudadano común y debe ser indignante”.
A decir verdad, son extrañas las lógicas que sigue el gremialista Cardarelli. El asegura que los jueces no deben someterse a los llamados narcotest porque «deben rendir cuenta por las obligaciones y desempeño, no por cuestiones privadas». Bajo esa lógica un juez puede comprar y consumir cocaína sin problema; eso sí, debería enjuiciar y meter preso a quienes la trafican.
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No es gratis tener una responsabilidad y decir cualquier cosa.
Prueba de ello es lo que le sucedió a Gonzalo Mastronardi, el ex director de Eventos, Fiestas Provinciales y Culturales, a quien el gobernador Poggi le aceptó la renuncia esta semana luego de que se sentara ante la prensa y dijera cualquier cosa.
Que conste que fue en una conferencia por él mismo convocada, en el edificio de Casa de Gobierno, y sin que algún periodista le preguntara algo que no pudiera responder o lo incomodara. O sea, no podrá alegar su propia torpeza.
Bien les valdría entonces a los funcionarios profesionalizar sus apariciones en los medios.
¿Qué quiero decir?, ¿A quién se lo voy a decir?, ¿Por qué es importante esto que voy a decir?, ¿Cómo lo voy a decir?… preguntas básicas que deberían hacerse antes, y que les ayudarán a ordenar su discurso.
Lo aprendemos los periodistas que amamos la gráfica: “si un título se presta a ser leído de dos maneras hay que cambiar ese título”.
Todos entendemos lo que habría querido decir Mastronardi, pero, desmañado, dijo otra cosa.
La lectura de lo que se dice debe ser inequívoca.
Hay también en la aceptación de su renuncia por parte del Gobernador un mensaje inequívoco para todos los funcionarios. No hace falta explicarlo.
El intendente de Merlo, Juan Alvarez Pinto, que tuvo a Mastronardi como funcionario municipal antes de su llegada a Terrazas, fue consultado por la posibilidad de que retornase al gabinete de la villa turística. «No he hablado con Gonzalo. La verdad para mí es una persona muy importante, que lamentablemente tuvo unas expresiones que lejos están de lo que él piensa» dijo el jefe comunal este jueves por la noche durante una velada de box con lleno total.
«Fue una expresión» dijo Alvarez Pinto en su intento de exculpar a Mastronardi, que claramente fue y sigue siendo un hombre de su confianza. «Creo que se le debería haber dado la oportunidad de rectificarse -dijo-, pero evidentemente tuvo una repercusión política, social, cultural, muy importante que el Gobernador decidió que tenía que dar un paso al costado».
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Hace tres semanas, DePolítica cerró su análisis semanal con una advertencia: “quienes creyeron que el peronismo sólo podría reorganizarse a partir de una derrota electoral tendrán que seguir esperando”.
Esa frase de cierre para el artículo titulado “La renovación del PJ” venía a cuenta de adelantar que Alberto Rodríguez Saá, mantendría privatizado al partido Justicialista y que no permitiría ninguna renovación dirigencial, ni siquiera luego de haber perdido el gobierno provincial y ser el máximo responsable de la primera derrota electoral en 40 años.
Eso es lo que se confirmó esta semana cuando se conocieron las listas de conducción partidaria que él encabeza y que cerró alrededor de los nombres de Eugenia Catalfamo (vicepresidenta primera), Marcelo Amitrano (vicepresidente segundo) y Gloria Petrino (vicepresidenta tercera).
Qué se lee entrelíneas en la conformación de las listas:
Primero. Un gran abandono de intendentes que no quieren ser parte de las listas. De los 55 intendentes que tiene el peronismo sólo una decena aceptó ser parte. Incluso circula una versión que da cuenta de que al menos un intendente negará haber aceptado ser parte de esa lista en la que se lo menciona.
Hay que decir que si años atrás había una aspiración dirigencial entre los jefes comunales era precisamente presidir o integrar los organismos departamentales.
Segundo. El apoyo de jefes comunales sólo se sostiene en San Martín y Dupuy.
Tercero. Es difícil de asimilar que la departamental de Pedernera no esté en manos de un dirigente de Villa Mercedes. También esto muestra que ningún dirigente de la ciudad que gobierna Maxi Frontera – el intendente que reclamó elecciones internas y que fue proscripto por Rodríguez Saá para no perder la elección-, tomó para sí ese desafío departamental que quedó en manos del intendente de Justo Daract, Alfredo Domínguez.
Cuarto. El ex candidato a gobernador del Justicialismo, Jorge “Gato” Fernández quedó en el puesto 16° de los 21 lugares para Congresales Nacionales, mientras que el hijo del ex gobernador ocupa el 3° lugar de esa lista.
Quinto. La escasez obligó a repetir nombres en las listas para congresales nacionales y provinciales.
Sexto. Es inexistente la presencia gremial en las listas. Prueba de ellos es que no está siquiera el líder de ATE, Fernando Gatica, que tenía expectativas de integrar ese armado. ¿Dónde están los dirigentes de la rama gremial? ¿Dónde se halla un representante de los más de cien gremios peronistas que hay en la provincia?.
Séptimo. El cerrojo dirigencial en el Congreso partidario es más férreo aún que el que utilizó Alberto Rodríguez Saá para echar del partido a su hermano Adolfo. Es un núcleo albertista aún más consolidado que el de aquel entonces.
Octavo. Si algo falta es precisamente renovación, y así lo demuestra la reaparición en la lista del nombre de Hugo Hissa.
Noveno. Es notoria la cantidad de dirigentes con procesos judiciales abiertos en su contra por causas que investigan hechos de corrupción y que integran la lista partidaria.
Décimo. Mucho más allá de esta mirada en tono político del armado partidario del Justicialismo puntano es interesante repasar otra lectura que se multiplicó en las redes sociales una vez que se conocieron las listas.
Esos comentarios fueron lapidarios aún en el mismo sitio web del ex gobernador. Allí los lectores ironizaron sobre el nuevo viejo presidente del PJ. Ahora sí llegó la renovación, dice uno entre tantos.
También el ex candidato a gobernador del sublema «Modelo Productivo» Diego González, que compartió fórmula con el ex intendente de Merlo, Miguel «Rody» Flores, consideró que «la no elección del PJ, y la proscripción de la lista cuyo referente es Maxi Frontera» dejó expuesto el contraste entre un dirigente que propone una renovación, y otro que se cierra sobre sí mismo.
«(Rodríguez Saá) Sólo se ha quedado con el sello del partido, y no tiene ninguna voluntad de cambio», les dijo González a los periodistas Willy García, Víctor Muñoz y Sergio Sztuden, en su programa «Digamos las cosas como son» en FM Familia 101.9. «En vez de abrir la cabeza se ha cerrado más todavía. Su último gabinete ha copado la estructura del PJ. Y así como había un programa que se llamaba «gente que busca gente» ese armado de Rodríguez Saá es «gente que espanta gente» graficó González, que definió al ex gobernador como «un pino, porque debajo de él no crece nada».
«El gran déficit que tiene Rodríguez Saá como dirigente político es la idea que tiene sobre Villa Mercedes. Tiene una idea de Villa Mercedes subalterna, como que Villa Mercedes tiene que estar subordinada a lo que se decide en una oficina, y eso choca contra la realidad de lo que significa Villa Mercedes, y el gran Mercedes. Es un déficit en su ideario. Y eso nos ha hecho daño a los villamercedinos» señaló González, que ponderó la mirada de Poggi por su mirada productiva de esa ciudad.
«El viene a una fábrica, que tiene compañeros y compañeras industriales. En ese sentido la visita de Poggi al parque industrial demuestra que él tiene otra visión distinta de la que siempre tuvo Rodríguez Saá sobre la industria, la producción y el empleo», elementos distintivos de Villa Mercedes y que hacen a su importancia en el desarrollo productivo provincial, consideró González.
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Unas últimas líneas sólo para dejar testimonio del fallecimiento del escritor y sociólogo, Juan José Sebreli, a los 93 años.
Sebreli, también ensayista e historiador, escribió una gran cantidad de obras literarias que fueron traducidas al francés, alemán e italiano, entre otros idiomas.
En 2015, fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura porteña. Tres años más tarde recibió por parte del Senado nacional la mención honorífica “Senador Domingo Faustino Sarmiento” el título más importante que la Cámara Alta otorga, el cual se entrega a personalidades destacadas del ámbito cultural, deportivo, académico y profesional.
Sebreli comenzó a publicar ensayos a los 20 años, formó parte del primer grupo de existencialistas en la Argentina y también fue colaborador de diarios y revistas. Durante la dictadura formó un grupo de estudio conocido como “la universidad en la sombras”.
Escribió gran cantidad de libros, entre ellos Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964); Tercer Mundo: Mito burgués (1973); Los deseos imaginarios del peronismo (1983); La era del fútbol (1998); Crítica de las ideas políticas argentinas (2002); El tiempo de una vida (2005); El olvido de la Razón (2006); Comediantes y mártires (2008); Cuadernos (2010), y El malestar de la política (2012).
En la década del setenta fue uno de los fundadores del Frente de Liberación Homosexual, junto a Manuel Puig, Néstor Perlongher y Blas Matamoro, inspirado en el movimiento que existía en Nueva York .
Su última aparición pública, consigna la agencia Noticias Argentinas, fue la semana pasada cuando había estado en la Biblioteca Nacional para participar de la presentación del libro “El incansable polemista”, de Carlos Cámpora, dedicado a su trayectoria intelectual.
De ese libro «El malestar de la política» van estas líneas finales en este artículo de DePolítica:
«No se entiende el presente sin conocimiento del pasado y éste se comprende mejor desde la perspectiva del presente; no se puede hacer política sin saber historia… Los muertos siguen mezclados entre los vivos como zombies, y hace falta saber distinguirlos».
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