Anabella Lucero quiere obtener para el departamento Pedernera un lugar que en la historia legislativa se le ha negado a ese departamento en muchos años.
Se trata ni más ni menos que de la presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia de San Luis, un lugar al que aspira en su segundo año como legisladora provincial y por el cual ya se mueven en su entorno.
Su aspiración además de legítima se fundamenta en varios motivos, algunos referidos con sus antecedentes y otros con la situación que actualmente se vive en la Cámara de Diputados.
Quienes la acompañan en su aspiración por la presidencia aseguran que Lucero hizo una muy buena gestión en la Casa de la Música de Villa Mercedes, en donde supo rodearse de muchos jóvenes que acompañaron su llegada a la Legislatura y que representan el recambio generacional sobre el que permanentemente se insiste desde Terrazas del Portezuelo. Ella es quien mejor llegada y relación tiene con esos jóvenes de Pedernera, argumentan.
Cree contar con el apoyo de los diputados oficialistas de Pedernera y en los últimos días hubo contactos con legisladores del peronismo del interior provincial sondeando posibles adhesiones.
Otra idea que alimenta su aspiración –y que repiten en su entorno- es lo dificultoso que hoy le resulta a Terrazas lograr la sanción de leyes en la Cámara Baja.
Cada vez es más trabajoso, hay que “porotear” cada ley. Eso se nota y hay quienes creen que esa dificultad se profundizará con la partida de Lucho Martínez –todo indica que será el Procurador General de la provincia- con lo cual el oficialismo pierde en su rol legislativo a un joven dirigente muy valioso, por su moderación, su capacidad intelectual y voluntad dialoguista.
En verdad, por lo bajo hay cuestionamientos a la presidencia que lleva adelante Juan Carlos Eduardo, que de insistir en retener la presidencia de la Cámara de Diputados tendrá que contar porotos en un final abierto, uno a uno, frente a los de Anabella Lucero.